Simon Singh
EL ENIGMA DE FERMAT (I)
Barcelona, 2004, Planeta.
“Para Pitágoras, la belleza de las matemáticas radicaba en la idea de que los números racionales (números enteros y fracciones) podían explicar todos los fenómenos naturales. Esta base filosófica ocultó a Pitágoras la existencia de los números irracionales, e incluso puede que llevara a la ejecución de uno de sus discípulos. Cuenta una leyenda que un joven estudiante, de nombre Hippasus de Metaponto, se distrajo jugando con el número √2, intentando encontrar la fracción equivalente. Al cabo de cierto tiempo se dio cuenta de que no existe tal razón, o lo que es lo mismo, que √2 es un número irracional. Seguro que Hippasus estuvo encantado con su descubrimiento, pero su maestro no compartió el entusiasmo. Pitágoras había descrito el universo en términos de números racionales, así que el hallazgo cuestionaba su ideal. La revelación de Hippasus debería haber abierto un período de debate y de meditación durante el cual Pitágoras hubiera tenido que aceptar esta nueva clase de números. Sin embargo, Pitágoras no estaba dispuesto a reconocer su error y al mismo tiempo no fue capaz de rebatir los argumentos de Hippasus valiéndose del poder de la lógica. Para su gran vergüenza, condenó a Hippasus a morir ahogado.
El padre de la lógica y del método matemático recurrió a la fuerza antes que admitir que estaba equivocado. El acto más deshonroso de Pitágoras fue negar la existencia de los números irracionales, y quizá fue ésta la mayor tragedia de las matemáticas griegas. Tan sólo después de su muerte se pudo resucitar sin peligro a los números irracionales.” (p. 67)