jueves, 18 de junio de 2020

Santa Teresa de Jesús
LIBRO DE LA VIDA
santateresadejesus.com


No se puede encarecer ni decir el modo con que llaga Dios el alma, y la grandísima pena que da, que la hace no saber de sí; mas es esta pena tan sabrosa, que no hay deleite en la vida que más contento dé. Siempre querría el alma -como he dicho- estar muriendo de este mal.” (cap. 29; apdo. 10.)

Quiso el Señor que viese aquí algunas veces esta visión: veía un ángel cabe mí hacia el lado izquierdo, en forma corporal, lo que no suelo ver sino por maravilla; aunque muchas veces se me representan ángeles, es sin verlos, sino como la visión pasada que dije primero. En esta visión quiso el Señor le viese así: no era grande, sino pequeño, hermoso mucho, el rostro tan encendido que parecía de los ángeles muy subidos que parecen todos se abrasan. Deben ser los que llaman querubines, que los nombres no me los dicen; mas bien veo que en el cielo hay tanta diferencia de unos ángeles a otros y de otros a otros, que no lo sabría decir. Veíale en las manos un dardo de oro largo, y al fin del hierro me parecía tener un poco de fuego. Este me parecía meter por el corazón algunas veces y que me llegaba a las entrañas. Al sacarle, me parecía las llevaba consigo, y me dejaba toda abrasada en amor grande de Dios. Era tan grande el dolor, que me hacía dar aquellos quejidos, y tan excesiva la suavidad que me pone este grandísimo dolor, que no hay desear que se quite, ni se contenta el alma con menos que Dios. No es dolor corporal sino espiritual, aunque no deja departicipar el cuerpo algo, y aun harto. Es un requiebro tan suave que pasa entre el alma y Dios, que suplico yo a su bondad lo dé a gustar a quien pensare que miento.” (cap. 29; apdo. 13)
23 août 1793
Décret qui détermine le mode de réquisition des citoyens français contre les ennemis de la France.
https://www.1789-1815.com/annuaire.htm

"La Convention nationale, après avoir entendu le rapport de son comité de salut public, décrète:

Art 1er. Dès ce moment, jusqu'à celui où les ennemis auront été chassés du territoire de la République, tous les Français sont en réquisition permanente pour le service des armées.
  Les jeunes gens iront au combat; les hommes mariés forgeront des armes et transporteront des subsistances; les femmes feront des tentes, des habits et serviront dans les hôpitaux ; les enfants mettront les vieux linges en charpie, les vieillards se feront porter sur les places publiques pour exciter le courage des guerriers, la haine des rois et l'unité de la République."


23 de agosto de 1793
Decreto que determina el llamamiento permanente de todos los ciudadanos franceses contra los enemigos de Francia.

“La Convención nacional, después de haber oído el informe de su comité de salud pública, decreta:

Artículo primero. Desde este momento hasta aquel en que todos los enemigos hayan sido expulsados del territorio de la República, todos los franceses quedan en movilización permanente para el servicio de las armas.
   Los jóvenes irán al combate; los hombres casados forjarán las armas y transportarán las subsistencias; las mujeres harán tiendas y uniformes y servirán en los hospitales; los niños harán hilas con las sábanas viejas; los viejos se harán llevar a las plazas públicas para excitar el coraje de los combatientes, el odio hacia los reyes y la unidad de la República.”
[La traducción es mía.]

miércoles, 17 de junio de 2020

Ramiro de Maeztu
DEFENSA DE LA HISPANIDAD
archive.org



“Y es verdad que los abusos fueron muchos y grandes, pero ninguna legislación colonial extranjera es comparable a nuestras leyes de Indias. Por ellas se prohibió la esclavitud, se proclamó la libertad de los indios, se les prohibió hacerse la guerra, se les brindó la amistad de los españoles, se reglamentó el régimen de Encomienda para castigar los abusos de los encomenderos, se estatuyó la instrucción y adoctrinamiento de los indios como principal fin e intento de los Reyes de España, se prescribió que las conversiones se hiciesen voluntariamente y se transformó la conquista de América en difusión del espíritu cristiano.
   Y tan arraigado está entre nosotros este sentido de universalidad, que hemos instituido la fecha del 12 de octubre, que es la fecha del descubrimiento de América, para celebrar el momento en que se inició la comunidad de todos los pueblos: blancos, negros, indios, malayos o mestizos que hablan nuestra lengua y profesan nuestra fe. Y la hemos llamado "Fiesta de la Raza", a pesar de la obvia impropiedad de la palabra, nosotros que nunca sentimos el orgullo del color de la piel, precisamente para proclamar ante el mundo que la raza, para nosotros, está constituida por el habla y la fe, que son espíritu, y no por las oscuridades protoplásmicas.
(...)
  Es posible que los padecimientos de España se deban, en buena parte, a haberse ocupado demasiado de los demás pueblos y demasiado poco de sí misma. Ello revelaría que ha cometido, por omisión, el error de olvidarse de que también ella forma parte del todo y que lo absoluto no consiste en prescindir de la tierra para ir al cielo, sino en juntar los dos, para reinar en la creación y gozar del cielo. Sólo que esto lo ha sabido siempre el español, con su concepto del hombre como algo colocado entre el cielo y la tierra e infinitamente superior a todas las otras criaturas físicas. En los tiempos de escepticismo y decaimiento, le queda al español la convicción consoladora de no ser inferior a ningún otro hombre. Pero hay otros tiempos en que oye el llamamiento de lo alto y entonces se levanta del suelo, no para mirar de arriba a abajo a los demás, sino para mostrar a todos la luz sobrenatural que ilumina a cuantos hombres han venido a este mundo.” (pp. 22-23)

[Existen diferencias, según las ediciones, sobre la palabra final del segundo párrafo. En algunas de ellas encontramos “protoplasmáticas” y, en otras, “protoplásmicas”. El diccionario de la RAE solo acepta la primera y no reconoce la que aparece en la cita.]
Gustavo Adolfo Bécquer
EL RAYO DE LUNA
www.cervantesvirtual.com



“En efecto, Manrique amaba la soledad, y la amaba de tal modo, que algunas veces hubiera deseado no tener sombra, porque su sombra no le siguiese a todas partes.
  Amaba la soledad, porque en su seno, dando rienda suelta a la imaginación, forjaba un mundo fantástico, habitado por extrañas creaciones, hijas de sus delirios y sus ensueños de poeta, tanto, que nunca le habían satisfecho las formas en que pudiera encerrar sus pensamientos, y nunca los había encerrado al escribirlos.
  Creía que entre las rojas ascuas del hogar habitaban espíritus de fuego de mil colores, que corrían como insectos de oro a lo largo de los troncos encendidos, o danzaban en una luminosa ronda de chispas en la cúspide de las llamas, y se pasaba las horas muertas sentado en un escabel junto a la alta chimenea gótica, inmóvil y con los ojos fijos en la lumbre.
  Creía que en el fondo de las ondas del río, entre los musgos de la fuente y sobre los vapores del lago, vivían unas mujeres misteriosas, hadas, sílfides u ondinas, que exhalaban lamentos y suspiros, o cantaban y se reían en el monótono rumor del agua, rumor que oía en silencio intentando traducirlo.
  En las nubes, en el aire, en el fondo de los bosques, en las grietas de las peñas, imaginaba percibir formas o escuchar sonidos misteriosos, formas de seres sobrenaturales, palabras ininteligibles que no podía comprender.
  ¡Amar! Había nacido para soñar el amor, no para sentirlo. Amaba a todas las mujeres un instante: a ésta porque era rubia, a aquélla porque tenía los labios rojos, a la otra porque se cimbreaba al andar como un junco.
  Algunas veces llegaba su delirio hasta el punto de quedarse una noche entera mirando a la luna, que flotaba en el cielo entre un vapor de plata, o a las estrellas que temblaban a lo lejos como los cambiantes de las piedras preciosas. En aquellas largas noches de poético insomnio, exclamaba: -Si es verdad, como el prior de la Peña me ha dicho, que es posible que esos puntos de luz sean mundos; si es verdad que en ese globo de nácar que rueda sobre las nubes habitan gentes, ¡qué mujeres tan hermosas serán las mujeres de esas regiones luminosas, y yo no podré verlas, y yo no podré amarlas!... ¿Cómo será su hermosura?... ¿Cómo será su amor?...
  Manrique no estaba aún lo bastante loco para que le siguiesen los muchachos, pero sí lo suficiente para hablar y gesticular a solas, que es por donde se empieza.” (capítulo II)


Adam Hochschild
PARA ACABAR CON TODAS LAS GUERRAS (I)
Barcelona, 2013, Península.



“Los guerrilleros bóers a caballo atacaban por sorpresa los puestos avanzados británicos y las líneas de ferrocarril, tendían emboscadas a las tropas británicas y después desaparecían en las interminables llanuras sudafricanas. (…) Como respuesta. Los británicos decidieron cortar el suministro de alimentos y pertrechos a las bandas errantes de asaltantes bóers. Eso significaba que allí donde los guerrilleros atacaban, los soldados británicos destruían sin piedad las granjas, las cosechas en el campo y las reservas de alimentos de los bóers a lo largo de decenas de kilómetros a la redonda. Negras columnas de humo se elevaban hacia el cielo desde unas treinta mil granjas y las bandadas de buitres descendían en picado para darse un banquete con los más de tres millones de ovejas sacrificadas. French, Haig y otros comandantes ordenaron a las tropas que talaran los árboles frutales y envenenaran los pozos, que usaran sus bayonetas para rajar los sacos de cereales y prendieran fuego a los muebles y posesiones de las familias junto con sus casas.
(…)
  Mientras las tropas británicas proseguían con su implacable quema de granjas, ¿qué iba a pasar con los más de cien mil civiles, casi todos ellos mujeres, niños o ancianos bóers, además de los jornaleros africanos, a los que habían dejado sin casa? También aquí hubo un inquietante atisbo de cómo sería un futuro no tan lejano, cuando los británicos instalaron una red de campos de concentración vigilados compuestos por una hilera tras otra de tiendas blancas, a menudo rodeadas de alambre de espino.” (pp. 77-78)
 
[La primera guerra de los bóers o bóeres (1880-1881) enfrentó a Gran Bretaña y a los colonos holandeses de la futura Sudáfrica con la victoria de la primera. En la segunda guerra (1899-1902), los colonos holandeses serían derrotados definitivamente. La independencia de Sudáfrica del Reino Unido no se haría efectiva hasta 1960.]
Jacint Verdaguer
AIRES DEL MONTSENY
www.verdaguer.cat



"Què és la poesia?

La poesia és un aucell del cel
que fa sovint volades a la terra,
per vessar una gota de consol
en lo cor trist dels desterrats fills d’Eva.

Los fa record del paradís perdut
on jugava l’amor amb la ignocència,
i els ne fa somiar un de millor
en lo verger florit de les estrelles.

Ella és lo rossinyol d’aquells jardins,
són llur murmuri bla ses canticeles,
que hi transporten al pobre desterrat
dant-li per ales místiques les seves.

No es deixa engabiar en los palaus,
no es deixa esbalair per la riquesa,
en la masia amb los senzills del cor
ses ales d’or i sa cançó desplega.”

***

"Qué es la poesía?

La poesía es un ave del cielo,
que alguna vez desciende hasta la tierra
y derrama una gota de consuelo
entre los desterrados hijos de Eva.

Les recuerda el perdido paraíso
do jugaba el amor con la inocencia,
y les hace soñar uno mirífico
en el vergel azul de las estrellas.

Ella es el ruiseñor de aquellos huertos;
sus trinos son divinas cantilenas
que transportan al pobre desterrado
y le dan alas místicas, ligeras.

No se deja encerrar en los palacios,
ni se deja asombrar por las riquezas;
mas en el campo, entre sencillas gentes,
sus alas de oro y su canción despliega."

[Traducción de Luis Guarner.]