lunes, 19 de febrero de 2024

Carlos Fuentes
GRINGO VIEJO (II)
México, 2014, Fondo de Cultura Económica.

 

“Nota del autor

En 1913, el escritor norteamericano Ambrose Bierce, misántropo, periodista de la cadena Hearst y autor de hermosos cuentos sobre la Guerra de Secesión, se despidió de sus amigos con algunas cartas en las que, desmintiendo su reconocido vigor, se declaraba viejo y cansado.
   Sin embargo, en todas ellas se reservaba el derecho de escoger su manera de morir. La enfermedad y el accidente -por ejemplo, caerse por una escalera- le parecían indignas de él. En cambio, ser ajusticiado ante un paredón mexicano... "Ah -escribió en su última carta-, ser un gringo en México; eso es eutanasia."
   Entró a México en noviembre y no se volvió a saber de él. El resto es ficción.
   Este libro fue comenzado en un tren entre Chihuahua y Zacatecas en 1964 y terminado en Tepoztlán, Morelos, en 1984, en la casa de Antonio y Francesca Saldívar y utilizando la máquina de escribir del pintor Mariano Rivera Velásquez.
México, febrero de 1985” (p. 249)

Nazareth Castellanos
NEUROCIENCIA DEL CUERPO
Cómo el organismo esculpe el cerebro
(II)
Barcelona, 2023, Kairós.



“Según la escuela de Hipócrates, los cambios en los hábitos debían ser graduales y realizados en el momento oportuno, kairós. Se instaba al paciente a tomar consciencia de la relevancia del equilibrio de sus costumbres y, por tanto, se instruía a los médicos para que sus sugerencias no fueran aceptadas por el paciente como un acto de obediencia, sino de comprensión. Esto es importantísimo.” (p. 119)

“Cuando la concentración de dióxido de carbono es elevada, el cerebro coordina una respiración más profunda y frecuente. Cuando dichos niveles descienden, la dinámica neuronal correspondiente se encargará de aminorar la marcha y recuperar el ritmo respiratorio. La sensación desagradable al retener la respiración está provocada no por la falta de oxígeno, sino por la acumulación de dióxido de carbono. Parece que nos molesta más la suciedad que la ausencia de riqueza.” (p. 137)

 


Nazareth Castellanos
NEUROCIENCIA DEL CUERPO
Cómo el organismo esculpe el cerebro (I)
Barcelona, 2023, Kairós.


 
“Decía Orwell que lo importante no es mantenerse vivo, sino mantenerse humano.” (p. 16)

“Decía Shakespeare que la memoria es el centinela del cerebro. Idea que parecía consolidarse gracias al estudio del paciente HM, la persona con el hipocampo más famoso de la historia. En los años ochenta, el paciente HM fue intervenido para anularle quirúrgicamente el hipocampo. Desde entonces, no pudo formar recuerdos nuevos, todo esfuerzo por enseñarle era en vano, sufría amnesia anterógrada grave y una amnesia retrógrada. Sin embargo, recordaba su vida anterior a la cirugía. El cerebro de HM se ha convertido en un ejemplo estudiado en todas las universidades de psicología y medicina del mundo. Todos recordaremos su vida, meno él.”(pp. 43-44)

“Nadie puede afirmar con certeza que el cerebro crea la consciencia, pero sí podemos reconocer qué alteraciones del cerebro deterioran la consciencia. La ciencia no puede demostrar, pero sí mostrar.” (p. 54)

Carlos Fuentes
GRINGO VIEJO (I)
México, 2014, Fondo de Cultura Económica.



“El viejo sonrió. Alguna vez tenía que empezar a hacer de las suyas; ahora era tan buen momento como cualquier otro; ¿quién le aseguraría que sería Arroyo, y no él, el muerto más ilustre de esta jornada?
-Si, venía pensando en su destino, general Arroyo.
 Arroyo rió de nuevo:
-Mi destino es mío.
 -Deje que me lo imagine igual que el de Porfirio Díaz -dijo impávidamente el gringo-. Deje que me lo imagine a usted en el porvenir del poder, la fuerza, la opresión, la soberbia, la indiferencia. ¿Hay una revolución que haya escapado a este destino, señor general? ¿Por qué han de escapar sus hijos al destino de su madre la revolución?
-Mejor dime, ¿hay un país que haya evitado esos males, incluyendo el tuyo, gringo? -preguntó Arroyo adelantado sobre su arzón, tan tranquilo como el gringo viejo.
-No, yo hablo de su destino personal, no del destino de ningún país, general Arroyo; usted sólo se salvará de la corrupción si muere joven.
Esto pareció alegrar, en contra de las intenciones del viejo, a Arroyo:
-Me adivinaste el pensamiento, general indiano. Nunca me he soñado viejo. ¿Y tú? ¿Por qué no te moriste a tiempo, cabrón? -rió mucho Arroyo.” (p. 130)