Stephen Jay Gould
LAS PIEDRAS FALACES DE MARRAKECH
Penúltimas reflexiones sobre historia natural (I)
Barcelona, 2023, Crítica.
“Se han reconocido claramente dos prerrequisitos de la fama intelectual: el don de una inteligencia extraordinaria y la suerte de circunstancias insólitas (tiempo, clase social, etc.). Creo que no se ha concedido la debida importancia a un tercer factor: el temperamento. Al menos en mi observación limitada de nuestro mundo actualmente agotado, el factor temperamental parece el menos variable de todos. Entre las personas a las que he conocido, las pocas a las que llamaría «grandes» comparten todas una especie de dedicación impetuosa e incuestionable; una absoluta falta de duda acerca del valor de sus actividades (o al menos un impulso interno que atraviesa cualquier angst [ansiedad, en alemán] que pudiera existir); y, por encima de todo, una capacidad de trabajo (o al menos de hallarse mentalmente alerta para intuiciones inesperadas) en cualquier momento disponible de todos y cada uno de los días de su vida. He conocido a otras personas de talento intelectual igual o mayor que sucumbían a la enfermedad mental, a la desconfianza en sí mismos o a la simple y anticuada pereza.” (p. 86)