Textos para la reflexión
En este espacio encontrarás información sobre todas mis publicaciones: NARRATIVA, EDUCACIÓN, HISTORIA Y ANTROPOLOGÍA.
A FAVOR DEL PENSAMIENTO LIBRE
martes, 1 de julio de 2025
Manuel Arroyo-Stephens
DE DONDE VIENE EL VIENTO (II)
Barcelona, 2024, Acantilado.
“El propio Bermúdez se había burlado mil veces con sus amigos de Madrid de la incontinencia verbal de los españoles. Es un país donde nadie escucha porque todos piensan, como en los manicomios, que lo más interesante es lo que ellos tienen que decir. Siempre se sabe lo que el otro está pensando y se le contradice antes de que pueda empezar a decir nada. Es un viejo recurso retórico que se llama prolepsis, pero el término no se conoce porque nadie es consciente de usarlo. Por cada cincuenta gramos de información, siguió reflexionando Bermúdez, un español tiene kilo y cuarto de opiniones. Soltarlas a todo el que se le acerca y no tiene más remedio que escuchar es signo de madurez. Y hasta tienen muchos lo que llaman teorías. En una conversación, en la que nadie suele saber casi nada de lo que habla, de repente uno se pone solemne y dice: Yo sobre este asunto tengo una teoría. Los demás callan un instante y el susodicho suelta una majadería que supera a las que se estaban escuchando durante toda la noche. Tienen fama de soberbios los españoles, pero en realidad son solo arrogantes. Y lo son por ignorancia.” (pp. 197-198)
Rudolf Wittkower
LA ESCULTURA: PROCESOS Y PRINCIPIOS
Madrid, 1997, Alianza Editorial.
“Cuando en 1547 Benedetto Varchi, un notable historiador y hombre de letras florentino que conocía a todo el mundo y que solía estar metido en todo lo que de actualidad se andaba cociendo, intentó hallar una solución al viejo Paragone -el problema de la comparación de méritos entre pintura y escultura- invitando a los más destacados artistas florentinos a que le enviaran sus opiniones por escrito, encontró en Cellini, Bronzino, Francesco de Sangallo y otros una serie de víctimas dispuestas a ofrecerle su ayuda. La respuesta de Miguel Angel fue cortés, si bien breve, y no ocultó totalmente su disgusto hacia esa clase de juegos de sociedad, tan intelectuales y que tanto tiempo requerían. «Tales disputas llevan más tiempo que la ejecución de estatuas», escribió. Pero hizo una observación, no obstante, que es de particular interés, aunque dudo que la consideren ustedes una gran revelación: «Por escultura entiendo aquello que se hace a fuerza de quitar (per forza di levare), pues lo que se hace a fuerza de añadir (per vía di porre -es decir, de modelar) se asemeja más bien a la pintura». Ya conocíamos esta idea. Recuerden que Alberti hacía una diferenciación parecida entre esculpir y modelar, y que está también aquella afirmación de Leonardo: «El escultor quita siempre materia del mismo bloque.» Pero nadie había expresado hasta el momento la diferencia entre esculpir y modelar de forma tan concisa y terminante como aquí lo hace Miguel Angel. Y cuando un hombre de su prestigio acuña una frase, y epigramática como es ésta, sobre una cuestión de vital importancia para los escultores. Esa frase no cae fácilmente en el olvido. En efecto, todas las formas de reflexión sobre la escultura que se han dado hasta el siglo XX están teñidas por esta frase de Miguel Angel. ” (p. 145)
[Leon Battista Alberti, arquitecto genovés, escribió, en 1435, la obra De la pintura.]