martes, 1 de julio de 2025

Rudolf Wittkower
LA ESCULTURA: PROCESOS Y PRINCIPIOS
Madrid, 1997, Alianza Editorial.



“Cuando en 1547 Benedetto Varchi, un notable historiador y hombre de letras florentino que conocía a todo el mundo y que solía estar metido en todo lo que de actualidad se andaba cociendo, intentó hallar una solución al viejo Paragone -el problema de la comparación de méritos entre pintura y escultura- invitando a los más destacados artistas florentinos a que le enviaran sus opiniones por escrito, encontró en Cellini, Bronzino, Francesco de Sangallo y otros una serie de víctimas dispuestas a ofrecerle su ayuda. La respuesta de Miguel Angel fue cortés, si bien breve, y no ocultó totalmente su disgusto hacia esa clase de juegos de sociedad, tan intelectuales y que tanto tiempo requerían. «Tales disputas llevan más tiempo que la ejecución de estatuas», escribió. Pero hizo una observación, no obstante, que es de particular interés, aunque dudo que la consideren ustedes una gran revelación: «Por escultura entiendo aquello que se hace a fuerza de quitar (per forza di levare), pues lo que se hace a fuerza de añadir (per vía di porre -es decir, de modelar) se asemeja más bien a la pintura». Ya conocíamos esta idea. Recuerden que Alberti hacía una diferenciación parecida entre esculpir y modelar, y que está también aquella afirmación de Leonardo: «El escultor quita siempre materia del mismo bloque.» Pero nadie había expresado hasta el momento la diferencia entre esculpir y modelar de forma tan concisa y terminante como aquí lo hace Miguel Angel. Y cuando un hombre de su prestigio acuña una frase, y epigramática como es ésta, sobre una cuestión de vital importancia para los escultores. Esa frase no cae fácilmente en el olvido. En efecto, todas las formas de reflexión sobre la escultura que se han dado hasta el siglo XX están teñidas por esta frase de Miguel Angel. ” (p. 145)
[Leon Battista Alberti, arquitecto genovés, escribió, en 1435, la obra De la pintura.]