Charles Perrault
CUENTOS ORIGINALES
Buenos Aires, 1975, Rodolfo
Alonso Editor.
“MORALEJA
Se aprende aquí que los niños,
Y sobre todo las niñas,
Bellas, apuestas y gentiles,
Muy mal hacen en escuchar a
cualquiera
Y que no es nada extraño
Que haya tantas comidas por el
lobo.
Y digo el lobo, porque no todos
los lobos
Tienen el mismo aspecto:
Los hay de humor amable,
Callados, sin gritos ni
violencia,
Que, cordiales, complacientes y
cariñosos,
Persiguen a las jóvenes doncellas
Hasta en sus casas y por esas
calles.
Pero ¡Ay! ¿Quién no sabe que esos
lobos amistosos
Son, de todos, los más
peligrosos?” (pp. 35-37)
[Esta moraleja aparece al final
del cuento Caperucita Roja. Al contrario que en las versiones actuales de
dicha historia, totalmente ajenas a Perrault, tanto Caperucita como su abuela
terminan devoradas sin más por el astuto lobo.]