martes, 17 de julio de 2012

Charles Perrault
CUENTOS ORIGINALES
Buenos Aires, 1975, Rodolfo Alonso Editor.


“MORALEJA
Se aprende aquí que los niños,
Y sobre todo las niñas,
Bellas, apuestas y gentiles,
Muy mal hacen en escuchar a cualquiera
Y que no es nada extraño
Que haya tantas comidas por el lobo.
Y digo el lobo, porque no todos los lobos
Tienen el mismo aspecto:
Los hay de humor amable,
Callados, sin gritos ni violencia,
Que, cordiales, complacientes y cariñosos,
Persiguen a las jóvenes doncellas
Hasta en sus casas y por esas calles.
Pero ¡Ay! ¿Quién no sabe que esos lobos amistosos
Son, de todos, los más peligrosos?” (pp. 35-37)
[Esta moraleja aparece al final del cuento Caperucita Roja. Al contrario que en las versiones actuales de dicha historia, totalmente ajenas a Perrault, tanto Caperucita como su abuela terminan devoradas sin más por el astuto lobo.]