miércoles, 15 de mayo de 2013

Enrique Vila-Matas
EL MAL DE MONTANO
Barcelona, 2004, Anagrama. 


“Los españoles son de esa clase de gente que se cree que por repetir una y otra vez la misma cosa al final acaba siendo verdad.” (p. 65)

“John Cheever fue un infatigable escritor de diarios personales a lo largo de cuarenta años en los que apenas tomó vacaciones a la hora de explicar su complejo conflicto con la vida, porque de fondo, más allá de las apariencias, el problema era la vida, tal como dice su hijo Benjamin Cheever en el prólogo a los diarios: «Un espíritu simple dirá que la esencia de su problema era la bisexualidad. No es así. Tampoco lo era el alcoholismo. Asumió su bisexualidad. Dejó la bebida. Pero la vida seguía siendo un problema.»" (pp. 236-237) 

"y me dejo invadir por los recuerdos, los míos y los de los otros, y me digo que sin ellos y sin las ruinas de esos recuerdos, sin la memoria, sería aún más angustiosa la vida, aunque tal vez sea aún más angustioso darse cuenta de que cuanto más crece nuestra memoria, más crece nuestra muerte. Porque el hombre no es más que una máquina de recordar y de olvidar que camina hacia la muerte. Y no digo esto con tristeza porque también es cierto que la memoria, disfrazándose de vida, convierte la muerte en algo sutil y tenue." (p. 287)







lunes, 6 de mayo de 2013

Max Weber
LA ÉTICA PROTESTANTE Y EL ESPÍRITU DEL CAPITALISMO
Barcelona, 1998, Península.


"El viejo protestantismo de Lutero, Calvino, Knox y Voët tenía harto poco que ver con lo que hoy se llama «progreso». Era directamente hostil a muchos aspectos de la vida moderna, de los que el más fiel prosélito protestante actual no sabría ya prescindir. Luego si queremos encontrar un parentesco íntimo entre determinadas manifestaciones del espíritu protestante y de la moderna cultura capitalista, no hemos de ir a buscarlo en su (supuesto) «amor al mundo» más o menos materialista (o, al menos, antiascético), sino más bien en sus rasgos puramente religiosos.” (pp. 39-40)

“Pero no menos absurdo sería defender la tesis doctrinaria según la cual el «espíritu capitalista» (siempre en el sentido provisional que le hemos asignado) sólo habría podido nacer por influencia de la Reforma, con lo que el capitalismo sería un producto de la misma. (…) Lo que es menester señalar es si y hasta qué punto han participado influencias religiosas en los matices y la expansión cuantitativa de aquel «espíritu» sobre el mundo, y qué aspectos concretos de la civilización capitalista se deben a ellos.” (pp. 106-107)

“Materialismo y espiritualismo son interpretaciones igualmente posibles, pero como trabajo preliminar; si, por el contrario, pretenden constituir el término de la investigación, ambas son igualmente inadecuadas para servir la verdad histórica.” (pp. 261-262)

domingo, 5 de mayo de 2013

Thomas H. Cook
EL MISTERIO DE LA LAGUNA NEGRA
Barcelona, 2000, Umbriel.


"Una vez más en el umbral de mi pasado, siento que vuelvo a tener quince años, que mi cabeza está cubierta de pelo y que no tengo manchas en la piel; el cielo queda lejos, el infierno no es ni siquiera un pensamiento. Incluso intuyo cierta bondad en el corazón de la vida.” (p. 14)

“Pensé en las cosas que se habían desencadenado tras los terroríficos sucesos de aquel día infausto, algunas inmediatamente después, otras espaciándose en el transcurso de los años venideros. Recordé a mi padre en su escritorio, intentando reclamar parte de un sueño ya deshecho, a mi madre que le miraba con amargura, encerrada en su propia desilusión herida. Vi un mundo joven que de pronto se hacía viejo, a los niños de Chatham hacerse adultos y volverse ancianos de pronto, igual que me había sucedido a mí, aunque yo carecía de lo que ellos tenían para justificar mi paso por la tierra; soltero, sin hijos, un hombre conocido sobre todo por un solo hecho acontecido en su infancia.” (p. 99)

“Pero, al final, opté por pensar en la vida y no por vivirla.” (p. 151)

“Con el tiempo he llegado a pensar que el hombre no ha sido creado a imagen y semejanza de Dios, sino de Tántalo, porque lo que más deseamos está siempre bailando ante nuestros ojos, pero siempre queda fuera de nuestro alcance.” (p. 171)