Martin Lindstrom
BUYOLOGY
Barcelona, 2010, Gestión 2000.
“En las culturas asiáticas, el número de peor suerte es el cuatro, puesto que, en mandarín, la palabra para ese número se lee «si», lo cual se parece peligrosamente al sonido shi que significa «muerte». Por consiguiente, en los hoteles de China y también en hospedajes asiáticos en todas partes del mundo, no existen los pisos 4 ni 44.” (p. 104)
“Por otra parte el 8 es un número de la suerte en las culturas asiáticas, puesto que suena parecido a la palabra china para «riqueza», «fortuna» y «prosperidad». Esto explica por qué se programó el inicio oficial de los Juegos Olímpicos de verano en Beijing el 8/08/08 exactamente a las 8:08:08 p.m.” (p. 105)
“¿Alguna vez ha entrado en un restaurante de comida rápida con la intención de pedir una saludable ensalada de lechuga en beneficio de sus arterias para terminar decidiéndose por la hamburguesa con triple de beicon y una ración grande de patatas fritas? Sucumbió ante ese olor a carbón que parecía invadir cada poro de su cuerpo, ¿verdad? No tuvo fuerzas para resistirse.
Ese aroma no proviene de una parrilla caliente y humeante sino de una lata marcada con el código RTX9338PIS correspondiente a la «fragancia de hamburguesa con panceta recién asada» que el restaurante esparce a través de las rejillas de ventilación.” (p. 153)
“Recuerde que cuanto mayor sea el estrés que nos impone el mundo y cuanto mayores sean nuestros temores, más buscamos cimientos sólidos. Cuanto más buscamos cimientos sólidos, más dependemos de la dopamina. Y cuanta más dopamina se libere en el cerebro, más cosas deseamos. (…) Quizá George W. Bush sabía algo sobre el cerebro; cuando se le preguntó acerca de lo que los estadounidenses podían hacer para contribuir durante esos días y semanas de inquietud y temor que siguieron al 11-S, respondió con una sencilla palabra: «Comprar».” (p. 200)