Maimónides
GUÍA DE LOS DESCARRIADOS (I)
Shalomhaverim.org
(EDITORIAL ORIÓN, S.R.L de C.V. MÉXICO, D.F. 1947)
“EN QUÉ SENTIDO SE ATRIBUYE MOVIMIENTO A DIOS
Dice el Talmud que EL TORA habla según el lenguaje del hombre, valiéndose de expresiones que todos puedan fácilmente comprender, para referirse a Dios. De aquí que se le describa por medio de atributos que implican corporeidad, porque la mayoría de la gente no concibe la existencia a menos de relacionarla con algún cuerpo. De igual manera atribuimos a Dios todo lo que se nos aparece con cierto estado de perfección, para indicar que El es perfecto desde cualquier punto de vista que se le considere. Y no se le atribuye nada que la multitud pueda considerar defectuoso o incompleto, y así, la Escritura no lo representa nunca comiendo, bebiendo, durmiendo, enfermo, o de otra parecida manera.
Bien sabes que el movimiento es una de las características de los seres vivos, indispensable para su progreso hacia la perfección. Necesitan moverse para acercarse a lo que conviene a su naturaleza, y para escapar de lo que la ofende y contraría. Ciertamente no hay mayor diferencia en atribuir a Dios el movimiento o la necesidad de comer y beber; pero las expresiones e ideas corrientes estimarían lo segundo como una imperfección, y no el movimiento, a pesar de que éste es consecuencia de aquella necesidad. Además, es evidente que todo cuanto se mueve ha de ser corpóreo y divisible; se demostrará más adelante que Dios es incorpóreo y que en El no hay movimiento, y que no puede atribuírsele reposo, pues que el reposo sólo puede darse en lo que también se mueve.
Fuera superfluo extenderse tan largamente en el esclarecimiento de esta materia, si el vulgo no estuviera acostumbrado a semejantes ideas; parécenos necesario hacerlo atendiendo al beneficio de los que anhelan adquirir la perfección, y con el propósito de liberarlos de ciertas nociones que crecieron con ellos desde los días de su infancia.” (Libro Primero. Cap. XXVI)
GUÍA DE LOS DESCARRIADOS (I)
Shalomhaverim.org
(EDITORIAL ORIÓN, S.R.L de C.V. MÉXICO, D.F. 1947)
“EN QUÉ SENTIDO SE ATRIBUYE MOVIMIENTO A DIOS
Dice el Talmud que EL TORA habla según el lenguaje del hombre, valiéndose de expresiones que todos puedan fácilmente comprender, para referirse a Dios. De aquí que se le describa por medio de atributos que implican corporeidad, porque la mayoría de la gente no concibe la existencia a menos de relacionarla con algún cuerpo. De igual manera atribuimos a Dios todo lo que se nos aparece con cierto estado de perfección, para indicar que El es perfecto desde cualquier punto de vista que se le considere. Y no se le atribuye nada que la multitud pueda considerar defectuoso o incompleto, y así, la Escritura no lo representa nunca comiendo, bebiendo, durmiendo, enfermo, o de otra parecida manera.
Bien sabes que el movimiento es una de las características de los seres vivos, indispensable para su progreso hacia la perfección. Necesitan moverse para acercarse a lo que conviene a su naturaleza, y para escapar de lo que la ofende y contraría. Ciertamente no hay mayor diferencia en atribuir a Dios el movimiento o la necesidad de comer y beber; pero las expresiones e ideas corrientes estimarían lo segundo como una imperfección, y no el movimiento, a pesar de que éste es consecuencia de aquella necesidad. Además, es evidente que todo cuanto se mueve ha de ser corpóreo y divisible; se demostrará más adelante que Dios es incorpóreo y que en El no hay movimiento, y que no puede atribuírsele reposo, pues que el reposo sólo puede darse en lo que también se mueve.
Fuera superfluo extenderse tan largamente en el esclarecimiento de esta materia, si el vulgo no estuviera acostumbrado a semejantes ideas; parécenos necesario hacerlo atendiendo al beneficio de los que anhelan adquirir la perfección, y con el propósito de liberarlos de ciertas nociones que crecieron con ellos desde los días de su infancia.” (Libro Primero. Cap. XXVI)