OPORTUNIDADES VITALES. NOTAS PARA UNA TEORÍA SOCIAL Y POLÍTICA.
Madrid, 1983, Espasa-Calpe.
“La esperanza puede descansar sobre la fuerza de atracción
de la visión del mundo, que es muy distinta a la que nos trae la experiencia
común, que representa, incluso, lo contrario de los hechos de la vida real: la
inmortalidad, la felicidad eterna, el bien universal y, sobre todo, la
certidumbre. Es posible que la fe, como el amor y la esperanza sean sensaciones
de este mundo, pero su fuerza movilizadora suele residir precisamente en el
encanto de otro mundo completamente distinto. Suele decirse que las ideologías
revolucionarias tienen una cualidad religiosa, lo cual es, sin duda, cierto en
la medida en que prometen certidumbre y salvación.” (pp.179–180).