sábado, 8 de junio de 2013

R. C. A. Parker
EUROPA 1918-1945
Madrid, 1980, Siglo XXI.


“El problema crucial es explicar por qué los alemanes, cuyo gobierno era responsable de las matanzas, permitieron que éstas se llevaran a cabo. Una pregunta fundamental es ésta: ¿Cuántos alemanes sabían lo que estaba pasando? Desgraciadamente, es imposible contestarla. Por aquella época, había poderosas razones, como el miedo al castigo o a aceptar responsabilidades, para evitar averiguaciones sobre las actividades de las SS y la policía. A partir de 1945, el deseo de disculparse indujo a hacer profesión de ignorancia. Cualquier respuesta a esta pregunta solamente puede ser provisional o insegura. El gobierno alemán no proclamó lo que estaba haciendo; por el contrario, muchos de los responsables directos tomaron cuidadosas medidas para engañar a la opinión pública e incluso para engañarse a sí mismos: hablaban y escribían de la «emigración» judía, de la «repoblación oriental», de la «solución final de la cuestión judía y así sucesivamente».” (p. 408)

“Sería equivocado considerar a todos los alemanes responsables de las atrocidades de los nazis y, aunque esto fuera posible, sería equivocado considerar a los alemanes como seres dotados de un talento innato para el mal. El significado histórico del régimen nazi es muy distinto: demuestra la bajeza en la que pueden caer unos seres humanos civilizados, integrados en una sociedad altamente organizada. El concepto que la humanidad tenía de sí misma, nunca volverá a ser el mismo.” (pp. 411-412)