lunes, 17 de marzo de 2014

Andrea Camilleri
LA EXCURSIÓN A TINDARI
Barcelona, 2007, Salamandra. 


“Sea como fuere, a lo largo de los años, había visto cómo sus compañeros, los míticos del 68 empezaban a «razonar». Y, razona que te razonarás, los furores abstractos se habían ido ablandando y posteriormente transformando en aquiescencias concretas. Y ahora, exceptuando a uno que soportaba con extraordinaria dignidad desde hacía más de diez años juicios y cárcel por un delito claramente no cometido ni ordenado, y a otro misteriosamente asesinado, todos los demás se habían colocado estupendamente bien, saltando de la izquierda a la derecha, de nuevo a la izquierda y otra vez a la derecha, y los había que dirigían periódicos y cadenas de televisión, o se habían convertido en peces gordos del Estado ya que eran diputados o senadores. Puesto que no habían conseguido cambiar la sociedad, habían cambiado ellos. O ni siquiera habían tenido necesidad de cambiar porque en el 68 se habían limitado a hacer teatro, poniéndose disfraces y máscaras de revolucionarios.” (p. 9)