Nathaniel Hawthorne
LA LETRA ESCARLATA
Madrid, 2006. Valdemar.
LA LETRA ESCARLATA
Madrid, 2006. Valdemar.
“La opinión, el más terrible de los tiranos, no se hace temer por su contenido –las opiniones comunes parecen ser más bien estupideces–, sino por la forma en que se impone." (p. 19)
[La cita pertenece a Agustín Izquierdo Sánchez, prologuista de la novela.]
[La cita pertenece a Agustín Izquierdo Sánchez, prologuista de la novela.]
“La verdad, no obstante, parece ser que, cuando lanza sus cuartillas al viento, el autor se dirige no a los muchos que dejarán a un lado su libro o nunca lo cogerán, sino a los pocos que lo comprenderán mejor que la mayoría de sus condiscípulos y compañeros de vida.” (p. 26)
“Hay pocos rasgos de la naturaleza humana tan feos como esa tendencia que ahora observaba en hombres no peores que sus vecinos: el de volverse crueles simplemente porque poseen poder para hacer daño.” (p. 90)
[Las citas pertenecen a la obra La Aduana, texto con el que Hawthorne prologa la novela.]
“De la pared colgaba una fila de retratos que representaban a los antepasados del linaje de los Bellingham, algunos con armaduras sobre el pecho y otros con tiesas gorgueras y ropajes de tiempos de paz. Todos se caracterizaban por la austeridad y severidad que invariablemente poseen los retratos antiguos, como si fuesen los espectros, más que los retratos, de respetables personas desaparecidas y mirasen con áspero e intolerante aire de crítica las tareas y diversiones de los vivos.” (pp. 188-189)
“Como no confiaba en ningún hombre como amigo, era incapaz de reconocer a un enemigo cuando éste aparecía.” (p. 229)
“Resulta notable que personas habituadas a teorizar con toda libertad se sometan a menudo sin rechistar a las normas externas impuestas por la sociedad. Les basta el pensamiento, sin necesidad de investirlo en la carne y la sangre de la acción.” (p. 281)
“Hay pocos rasgos de la naturaleza humana tan feos como esa tendencia que ahora observaba en hombres no peores que sus vecinos: el de volverse crueles simplemente porque poseen poder para hacer daño.” (p. 90)
[Las citas pertenecen a la obra La Aduana, texto con el que Hawthorne prologa la novela.]
“De la pared colgaba una fila de retratos que representaban a los antepasados del linaje de los Bellingham, algunos con armaduras sobre el pecho y otros con tiesas gorgueras y ropajes de tiempos de paz. Todos se caracterizaban por la austeridad y severidad que invariablemente poseen los retratos antiguos, como si fuesen los espectros, más que los retratos, de respetables personas desaparecidas y mirasen con áspero e intolerante aire de crítica las tareas y diversiones de los vivos.” (pp. 188-189)
“Como no confiaba en ningún hombre como amigo, era incapaz de reconocer a un enemigo cuando éste aparecía.” (p. 229)
“Resulta notable que personas habituadas a teorizar con toda libertad se sometan a menudo sin rechistar a las normas externas impuestas por la sociedad. Les basta el pensamiento, sin necesidad de investirlo en la carne y la sangre de la acción.” (p. 281)