jueves, 17 de enero de 2019

Vladímir Arséniev 
DERSU UZALA (II) 
Barcelona, 2006, Debolsillo. 


“En la taiga ussuriana hay que prever siempre la posibilidad de encontrarse frente a frente con una fiera. Pero nada es tan desagradable como tropezarse con un ser humano. La bestia, por lo general, huye a la vista de un hombre y no lo ataca más que si es perseguida. En ese caso, cazador y animal saben lo que tienen que hacer. Un ser humano es completamente distinto. En la taiga no hay testigos oculares; además, la costumbre ha creado esta táctica singular: el hombre que percibe a otro debe primero esconderse y tener su carabina dispuesta. En los bosques de esta región, todos se pasean armados: los indígenas chinos, coreanos y otros, y también los tramperos venidos de otra parte. El verdadero cazador-trampero es aquel que vive exclusivamente de su oficio. (…) Pero hay que distinguir al «cazador-trampero» de lo que se llama un «buscador». 
   Éste es el que va a la taiga no para cazar, sino para ejercer una «industria» cualquiera. Además de su fusil, lleva una pala de zapador y una bolsa de cuero llena de ácidos. Aunque va sobre todo a la búsqueda de oro, no desdeña, ocasionalmente, perseguir al «bizco» (el chino) y al «cisne» (el coreano), hurtar una cama a su prójimo o matar una vaca de otro para vender su carne haciéndola pasar por la de una corza. Encontrarse a uno de estos buscadores es mucho más peligroso que encontrar una fiera.” (pp. 89-90)
Pedro Baños 
ASÍ SE DOMINA EL MUNDO (IV) 
Barcelona, 2017, Ariel. 


“Los ocho años de presidencia de Obama conforman una perfecta muestra de cómo, tras una impecable campaña mediática efectuada a escala planetaria para lavar el prestigio de Estados Unidos —deteriorado por su antecesor en el cargo, Bush— y la imagen aparentemente amable, condescendiente y tolerante del primer afroamericano que llegaba a la Casa Blanca, se ocultaban las mismas ansias hegemónicas de los anteriores presidentes estadounidenses. La diferencia estribaba en que ahora esas ambiciones eran en gran medida pasadas por alto, cuando no claramente disculpadas. Así, los escándalos como el espionaje masivo de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés) a los principales dirigentes europeos apenas quedó en una anécdota en la prensa, cuando había motivos sobrados para que las calles de las principales ciudades de Europa se hubieran llenado de manifestaciones antiamericanas.” (p. 348) 

“He servido durante treinta años y cuatro meses en las unidades más combativas de las Fuerzas Armadas estadounidenses: en la Infantería de Marina. Tengo el sentimiento de haber actuado durante todo ese tiempo de bandido altamente cualificado al servicio de las grandes empresas de Wall Street y sus banqueros. En una palabra, he sido un pandillero al servicio del capitalismo. De tal manera, en 1914 afirmé la seguridad de los intereses petroleros en México, Tampico en particular. Contribuí a transformar a Cuba en un país donde la gente del National City Bank podía birlar tranquilamente los beneficios. Participé en la «limpieza» de Nicaragua, de 1902 a 1912, por cuenta de la firma bancaria internacional Brown Brothers Harriman. En 1916, por cuenta de los grandes azucareros norteamericanos, aporté a la República Dominicana la «civilización». En 1923 «enderecé» los asuntos en Honduras en interés de las compañías fruteras norteamericanas. En 1927, en China, afiancé los intereses de la Standard Oil. Fui premiado con honores, medallas y ascensos. Pero cuando miro hacia atrás considero que podría haber dado algunos consejos a Al Capone. Él, como gánster, operó en tres distritos de una ciudad. Yo, como marine, operé en tres continentes. El problema es que cuando el dólar americano gana apenas el seis por ciento, aquí se ponen impacientes y van al extranjero para ganarse el ciento por ciento. La bandera sigue al dólar y los soldados siguen a la bandera.” (p. 371) 
[La cita pertenece a la obra War is a racket, escrita por el general estadounidense Smedley Darlington Butler.]

Pedro Baños 
ASÍ SE DOMINA EL MUNDO (III) 
Barcelona, 2017, Ariel. 


“Un documento estadounidense fechado en 1992, el Informe Wolfowitz, recogía que la posición hegemónica de Estados Unidos debía ser preservada frente a cualquier intento de puesta en entredicho por la vía del surgimiento de otros centros fuertes de poder en cualquier parte del mundo. Para ello, entre otras cosas, Estados Unidos debería actuar para impedir la creación de un sistema de seguridad exclusivamente europeo.” (p. 129) 

“Por otro lado, los analistas franceses Labévière y Thual relatan que, al amparo de los ataques terroristas del 11-S, la Administración Bush construyó una «amenaza global» basada en una continuidad improbable entre la nebulosa Al Qaeda, Hamás, Hezbolá y cualquier otra organización armada. Esta amenaza llevó al Pentágono a elaborar una doctrina de «respuesta global», que servía principalmente para la promoción de los intereses puramente estadounidenses más que para una eficaz cooperación internacional en materia de contraterrorismo. Transgrediendo el derecho internacional en nombre de los intereses nacionales, la Administración Bush habría banalizado la noción de «guerra preventiva», generando de repente una militarización de las relaciones internacionales sin precedentes desde el fin de la Guerra Fría. En el marco de esa misma war on terror, el periodista Seumas Milne comenta que, en 2003, el primer ministro británico Tony Blair aseguró que morirían muchos menos civiles por culpa de la invasión de Irak por fuerzas estadounidenses y británicas que en un solo año de gobierno de Sadam. La realidad era que Amnistía Internacional estimaba que el número de muertes relacionadas con la represión política en aquel momento en Irak estaba en unos pocos centenares al año. Lo que sucedió fue que en los primeros cinco años posteriores a la invasión murieron entre 150.000 y más de un millón de civiles, según las estimaciones.” (pp. 198-199) 

“Por su parte, la intelectualidad está integrada por aquellas personas con una sólida preparación, muchas de ellas universitarias, que —a pesar de su formación y sus amplias competencias— no han alcanzado en sus sociedades el reconocimiento sociolaboral acorde a su cualificación y prestigio, por lo que se sienten frustradas. Ante la imposibilidad de movilidad social, la yihad se convierte para ellos en una cuestión de lucha de clases. Nada nuevo, pues Mahoma empleó a los intelectuales para que aprendieran de memoria los mensajes que Alá le transmitía a través del arcángel Gabriel —comenzó a recibirlos en 610, cuando tenía cuarenta años de edad, y no le dejaron de llegar hasta su muerte en 632— y luego los escribieran, ya que él era analfabeto.” (pp. 323-324)
Vladímir Arséniev 
DERSU UZALA (I) 
Barcelona, 2006, Debolsillo. 


“Ese día pudimos observar en el oriente un curioso fenómeno atmosferico: la aparición de un sector sombreado de tierra. La luz vespertina desplegaba sus colores de un esplendor especial; al principio pálida, se convirtió después en esmeralda. A continuación, dos rayos de un amarillo claro emergieron del horizonte y subieron en columnas separadas sobre este fondo verde. Al cabo de algunos minutos desaparecieron, mientras que el verde del crepúsculo se transformaba en naranja y después en rojo. En el fondo, el horizonte escarlata se oscureció como bajo el efecto de una humareda. En el momento de acostarnos, un sector sombreado de tierra apareció en el este, envolviendo el horizonte de norte a sur. El borde exterior de esta sombra era púrpura y el sector entero subía a medida que declinaba el sol. Así, esta banda escarlata se confundió bien pronto con el rojo del sol poniente y, a continuación, se hizo noche cerrada.” (p. 51)

sábado, 12 de enero de 2019

Pedro Baños 
ASÍ SE DOMINA EL MUNDO (II) 
Barcelona, 2017, Ariel. 


“Fue entonces cuando el general en jefe estadounidense, Douglas MacArthur, decidió lanzar la Operación Estrangular, una guerra aérea total, con la finalidad de doblegar lo antes posible al Norte. A partir de ese momento, Corea del Norte fue sometida a un inmisericorde, despiadado y sistemático bombardeo que arrasó hasta las más pequeñas poblaciones. 
   Aunque los datos varían según las fuentes, las cifras son escalofriantes. En los tres años de guerra se pudieron lanzar unas 650.000 toneladas de bombas sobre Corea del Norte, incluyendo más de 35.000 toneladas de napalm, que habrían reducido a escombros a más de 600.000 viviendas, 5.000 escuelas y un millar de centros sanitarios. Cuando se acabaron los objetivos urbanos, comenzaron a bombardear pantanos y presas, lo que provocó la inundación de granjas y destruyó las cosechas. En comparación, Estados Unidos arrojó más toneladas de bombas en Corea del Norte que en todo el Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial, y se destruyeron más ciudades que en Alemania o Japón. 
   Treinta años después de finalizada la conflagración, el general del Ejército del Aire Curtis E. LeMay, que había sido jefe del Mando Aéreo Estratégico durante la guerra, afirmaba sin rubor a la Oficina de Historia de la Fuerza Aérea estadounidense que se había aniquilado alrededor de un 20 % de la población norcoreana. Para hacernos una mejor idea de la magnitud de la masacre, baste decir que durante la Segunda Guerra Mundial, y a pesar de los intensos bombardeos sufridos, el porcentaje de la población británica fallecida fue del 2 %. Y todavía se podría haber superado la cifra de los tres millones de norcoreanos muertos pues el general Douglas MacArthur propuso lanzar entre treinta y cincuenta bombas atómicas sobre el Norte, pensando que así pondría fin a la guerra en diez días, como reconoció en una entrevista al poco de acabar la guerra. 
     [...] 
   Por más que el mundo occidental considere a Corea del Norte como un país con una población a la que hay que librar a cualquier precio de la tiranía de una dictadura comunista hereditaria —incluida desde hace años en la lista estadounidense de países «rebeldes» o del «Eje del Mal»— y liderada por un excéntrico personaje maligno y torpe, los norcoreanos se ven a sí mismos de un modo bien distinto: como un pueblo determinado a seguir resistiendo la injerencia extranjera. 
    La población norcoreana no ha olvidado las demoledoras incursiones aéreas, motivo por el cual apoya sin fisuras los grandes esfuerzos hechos por el gobierno de Pyongyang, de forma obsesiva, para dotarse de potentes defensas antiaéreas activas y pasivas (instalaciones subterráneas y refugios), así como para disponer de un armamento nuclear que disuada a cualquier posible agresor. En definitiva, la historia arroja suficientes motivos por los cuales los ciudadanos norcoreanos repudian cualquier acción que pueda provenir de Estados Unidos o Japón, sin necesidad de que se los presione políticamente. Es un sentimiento nacional que han interiorizado y que no será arrancado aunque cambiara el régimen político.” (pp. 82-84)
Pedro Baños 
ASÍ SE DOMINA EL MUNDO (I) 
Barcelona, 2017, Ariel. 


“Pekín, en fuerte rivalidad con las otras grandes potencias e impulsada por sus deficiencias estructurales, busca alternativas en el mundo exterior, comenzando por la inmediata Luna. A menos de 400.000 kilómetros y tres días de viaje, el suelo selenita es rico en aluminio, titanio, neón, hierro, silicio, magnesio, carbono y nitrógeno. No es descartable que incluso se pueda obtener agua a partir de elementos presentes. Pero quizá su valor más destacable sea la confirmada presencia de ingentes cantidades de helio-3 a ras de suelo que pueden extraerse sin dificultad. Este isótopo no radioactivo, rarísimo en la Tierra, está considerado como la futura principal fuente de producción de energía mediante la fusión nuclear. Según algunas estimaciones, se podría acceder directamente a unas cinco toneladas de helio-3 lunar. Aunque puedan parecer poco, con ellas se podrían obtener 50.000 veces la energía eléctrica que se consume anualmente en todo el mundo. 
   Pero la verdadera conquista del espacio se materializaría con la llegada del ser humano a Marte. En el impresionante planeta rojo ya se ha confirmado la existencia de al menos tres millones de metros cúbicos de hielo de gran pureza en su superficie y de posible agua líquida en sus entrañas. Con características muy similares a la Tierra, Marte se convierte en el lugar ideal para albergar un amplio asentamiento permanente de humanos, lo que serviría para aliviar la creciente presión poblacional o como refugio alternativo en caso de desastre terrestre —natural o provocado—, y permitiría establecer una base para proseguir la imparable colonización espacial.” (p. 46) 

“Como algunos apuntan con gran cinismo, los préstamos internacionales no se conceden para que sean devueltos, sino precisamente para que no lo sean, pues es una forma de asegurar la dependencia y la sumisión del país deudor.” (p. 63; nota 9 al pie)