Luciano G. Egido
CUENTOS DEL LEJANO OESTE
Barcelona, 2003, Tusquets.
“Antes
de trasladarlo a un pueblo de la provincia de Zamora, don Manuel Bueno, nuestro
cura párroco, no creía en Dios; pero les hacía creer a sus feligreses que creía
para no desesperarlos más de lo que estaban. Sus feligreses tampoco creían;
pero le hacían ver que creían para que él creyera que lo necesitaban.” (p. 51)
[La cita pertenece al cuento titulado Fe, esperanza y caridad.]
[La cita pertenece al cuento titulado Fe, esperanza y caridad.]
“<<Padre, me acuso
de acostarme con usted.>> Al otro lado de
la rejilla del confesionario se oyó un rebullir de reglas y contrariedades. <<¿Te
arrepientes, hija?>> <<Sí,
padre.>>
<<Pero
¿te arrepientes de verdad? Ya sabes que Dios Nuestro Señor lo ve todo y a Él no
puedes engañarle como a mí.>> <<Sí,
padre.>>
<<Piénsatelo
bien antes de decirlo.>> <<Sí,
padre.>>
En la oscuridad del confesionario se ahogaron unos resoplidos de resignación. <<Ego te absolvo a pecatis tuis
y no te olvides de volver la semana que viene.>>”
(p. 63)
[La cita pertenece al cuento titulado Confesión.]
[La cita pertenece al cuento titulado Confesión.]
“Su
primer no lo pronunció a los dos años, con una seguridad y una
terquedad suicidas. Desde entonces el no se le hizo habitual en la
boca, con una inverosímil fidelidad a sí mismo que no se concedió un solo
fallo. Les dijo no a los padres, a la familia, a los amigos, a la
escuela, al pueblo, a la religión, al trabajo, al amor, a la patria, a la
guerra, a la memoria, al porvenir, por supuesto a los hijos, a la esperanza, a
la resignación y al dolor. Un día se encontró a la muerte y también se le
enfrentó con un no contundente; pero no le sirvió de nada, con gran
sorpresa por su parte.” (p. 65)
[La cita pertenece al cuento titulado Genio y figura.]
[La cita pertenece al cuento titulado Genio y figura.]