domingo, 25 de enero de 2015

Stephen King
DUMA KEY
Barcelona, 2009, Random House Mondadori.

 
 
“Más allá de aquella maraña, en un camino con baldosas azules que presumiblemente conectaba con el patio principal, acechaba una garza con ojos de águila. Poseía un aire adusto y reflexivo, pero nunca vi a ninguna sobre el suelo que no pareciera un anciano puritano decidiendo a qué bruja quemaría después.” (p. 176)

“Empieza con lo que conoces, y después reinvéntalo. El arte es magia, no hay discusión aquí, pero todo arte, no importa lo raro que sea, comienza cada día en la humildad. Simplemente no te sorprendas cuando flores extrañas broten de tierra común.” (p. 189)

“Recuerda que «ver es creer» implica poner el carro delante del caballo. El arte es el artefacto concreto de la fe y la expectación, la comprensión de un mundo que de otra forma sería poco más que un velo de conciencia sin sentido extendido sobre un golfo de misterio, Y además, si tú no crees en lo que ves, ¿quién creerá en tu arte?” (p. 443)

“Muchos críticos que no están destinados a hacer aquello sobre lo que escriben se vuelven celosos y ruines y se sienten insignificantes en su decepción.” (p. 532)

“Mi accidente me enseñó en realidad una sola cosa: la única manera de seguir adelante es siguiendo adelante. Decir «Puedo hacerlo», incluso cuando sepas que no puedes.” (p. 592)