domingo, 13 de noviembre de 2022

Antonio Piñero
JESÚS DE NAZARET. El hombre de las cien caras (I)
Madrid, 2012, Edaf.



“«En el mismo instante en que la Virgen santa pronunciaba estas palabras y se humillaba, el Verbo de Dios penetró en ella por la oreja. La naturaleza íntima de su cuerpo animado fue santificada con todos sus sentidos y sus doce miembros, y quedó purificada como el oro en el crisol. Ella devino un templo santo, inmaculado, y la morada de la divinidad (del Verbo). En el mismo momento comenzó el embarazo de la santa Virgen. Porque cuando el ángel trajo la buena nueva a María, era el 15 de nisán, es decir, el 6 de abril, miércoles, a las nueve de la mañana.»
(Evangelio armenio de la infancia 5, 9)”