José Manuel Sánchez-Ron
CINCEL, MARTILLO Y PIEDRA (II)
Historia de la ciencia en España (siglos XIX y XX)
Madrid, 1999, Taurus.
CINCEL, MARTILLO Y PIEDRA (II)
Historia de la ciencia en España (siglos XIX y XX)
Madrid, 1999, Taurus.
“Una consecuencia importante de la relación que estoy analizando se encuentra en que el desarrollo de la física se vio seriamente obstaculizado en naciones escasamente industrializadas. En el siglo pasado la «aplicabilidad [o rentabilidad] social» constituyó un elemento importante para la institucionalización de la física y de la química, lo que quiere decir también para que surgieran más físicos y químicos; en particular, físicos y químicos creativos. Y aquí entra ya España.
Como veremos en este trabajo, el desarrollo de la física en España a lo largo del siglo XIX fue pobre. Prácticamente todos los investigadores que han considerado la situación de la ciencia española durante el siglo XIX han señalado repetidamente que existen razones de índole educativa (...) que ayudan a comprender tal situación. Ahora bien, en mi opinión se ha hecho demasiado hincapié en esta vertiente del problema, acaso porque la mayoría de los historiadores de la ciencia española no conocen muy bien la realidad de otras naciones, o porque han olvidado interesarse por las contribuciones de historiadores generales y de la economía. Deficiencias en el sistema educativo orientado a la ciencia se encuentran, a lo largo del siglo XIX, en muchos países, no sólo en España. En Gran Bretaña, por ejemplo. No pretendo decir que tales deficiencias sean comparables. No es necesario llegar a semejante extremo para sustentar el punto que estoy intentando resaltar. Aun en el caso de que en España se hubiesen superado con creces los vicios de la educación científica que se encuentran en otras naciones que contribuyeron de manera apreciable a la ciencia del siglo XIX, la diferencia entre los logros de las ciencias físico-químicas en España y en otras naciones es, comparativamente, mucho mayor que la correspondiente diferencia entre las carencias de los respectivos sistemas educativos. La explicación de esa diferencia relativa se encuentra, en mi opinión, en las respectivas capacidades industriales.” (p. 90)
Como veremos en este trabajo, el desarrollo de la física en España a lo largo del siglo XIX fue pobre. Prácticamente todos los investigadores que han considerado la situación de la ciencia española durante el siglo XIX han señalado repetidamente que existen razones de índole educativa (...) que ayudan a comprender tal situación. Ahora bien, en mi opinión se ha hecho demasiado hincapié en esta vertiente del problema, acaso porque la mayoría de los historiadores de la ciencia española no conocen muy bien la realidad de otras naciones, o porque han olvidado interesarse por las contribuciones de historiadores generales y de la economía. Deficiencias en el sistema educativo orientado a la ciencia se encuentran, a lo largo del siglo XIX, en muchos países, no sólo en España. En Gran Bretaña, por ejemplo. No pretendo decir que tales deficiencias sean comparables. No es necesario llegar a semejante extremo para sustentar el punto que estoy intentando resaltar. Aun en el caso de que en España se hubiesen superado con creces los vicios de la educación científica que se encuentran en otras naciones que contribuyeron de manera apreciable a la ciencia del siglo XIX, la diferencia entre los logros de las ciencias físico-químicas en España y en otras naciones es, comparativamente, mucho mayor que la correspondiente diferencia entre las carencias de los respectivos sistemas educativos. La explicación de esa diferencia relativa se encuentra, en mi opinión, en las respectivas capacidades industriales.” (p. 90)