domingo, 26 de noviembre de 2023

José Ramón Alonso
EL ESCRITOR QUE NO SABÍA LEER Y
OTRAS HISTORIAS DE LA NEUROCIENCIA
(I)
Córdoba, 2017, Guadalmazán.




“Hay una historia de Bohr que me gusta especialmente. Cuando visitó el Instituto de Física de la Academia de Ciencias de la Unión Soviética, los colegas rusos le preguntaron cómo había sido capaz de generar una escuela de físicos de primer nivel en un país pequeño como Dinamarca. Bohr contestó: «Probablemente porque nunca me ha avergonzado confesar a mis estudiantes que no tenía ni idea, que me sentía un idiota». Cuando la charla se publicó en la prensa rusa, la frase de Bohr fue recogida como:  «Probablemente porque nunca me he avergonzado de decir a mis estudiantes que no tienen ni idea, que son unos idiotas». Típico de los lugares con jerarquías inflexibles y un fervoroso culto a la personalidad.” (p. 20)