miércoles, 26 de diciembre de 2012

Paul Theroux
EL VIEJO EXPRESO DE LA PATAGONIA 
Madrid, 2009, Santillana.


“Todo país tiene los escritores que necesita y se merece, razón por la cual Nicaragua, en doscientos años de alfabetización, sólo ha producido un escritor: un poeta mediocre.” (p. 108)
[Theroux no menciona el nombre de dicho poeta. Es de suponer que habla de Rubén Darío.]

“Más tarde vi algo igualmente extraño. Pasé por delante de una iglesia en la que había ocho rancheras nuevas. Un sacerdote asistido por cuatro acólitos con cirios y cruces las bendecía con un hisopo. Aquello en sí mismo no tenía nada de raro (en Boston se bendicen casas, y todos los años la flota pesquera se bendice en Gloucester). Lo que me llamó la atención fue que después de que el sacerdote hubiera rociado agua bendita en las puertas, las ruedas, la compuerta de atrás y el capó, el dueño levantó éste para que el cura mojara el motor con agua bendita, como si el Todopoderoso fuera incapaz de atravesar la carrocería del vehículo. Quizá consideraban a Dios como otro extranjero poco de fiar y extendieran a Él su desconfianza, como hacían con todos los otros gringos. No cabía duda de que Jesucristo era gringo” (pp. 119-120)
[El lugar del suceso es la ciudad mejicana de Veracruz.]

“La política es un tema repugnante, pero diré una cosa: la gente dice que, en ocasiones, las dictaduras son necesarias para preservar el orden y que ese tipo de gobierno muy centralizado es estable y digno de confianza. Sin embargo, rara vez ocurre así. Casi siempre es burocrático y corrupto, inestable, voluble y bárbaro; y estimula esas mismas cualidades en quienes son gobernados.” (p. 242)

“El argumento de que los hoteles de cinco estrellas benefician a un país porque producen empleo es estúpido e incluso subversivo: convierte a los ciudadanos nacionales en camareros y fregonas, nada más.” (p. 479)
Amiano Marcelino (siglo IV d. C.)
HISTORIA DEL IMPERIO ROMANO (Vida del emperador Juliano el Apóstata)
Res gestae a fine Corneli Taciti
Barcelona, 1986, Orbis.


“Para comprender lo que hemos dicho, que el sol pasa ya por encima, ya por debajo de nosotros, necesario es saber que los cuerpos celestes, considerados relativamente al universo, no salen ni se ocultan, sino que aparentan ocultarse a nuestros ojos en esta Tierra que permanece suspendida por una fuerza interna y que solamente es un punto en la inmensidad. Esto es también lo que causa la ilusión del cambio de sitio de las estrellas, cuyo orden es en realidad fijo e inmutable.” (p. 88)

“Entre las especies acuáticas abunda el cocodrilo [Amiano Marcelino habla del río Nilo], encontrándosele en todas las comarcas. Éste es un cuadrúpedo peligroso que vive en uno y otro elemento. Carece de lengua y solamente es movible su mandíbula inferior. (…) También perecen cocodrilos de la siguiente manera: un pajarillo, llamado tronquila [en otras traducciones se habla del <<troquilo>>], tiene el instinto, cuando encuentra alguno descansando, de picotear revoloteando en derredor de sus mandíbulas, cosa que le produce tal cosquilleo, que tiene que abrirlas, y entonces el pájaro se le introduce hasta la garganta. En el momento en que abre la boca, el icneumón, especie de hidra, penetra por la abertura que le ha ofrecido el pájaro hasta las entrañas del cocodrilo, las tortura y las destruye, y se abre paso de esta manera horadándole el vientre.” (pp. 150-151)

[Las acotaciones son mías.]

domingo, 16 de diciembre de 2012


Haruki Murakami
TOKIO BLUES (Norwegian Wood)
Barcelona, 2006, Tusquets.


“Cuanto más conocía a Nagasawa, más extraño me parecía. A lo largo de mi vida, me había cruzado, había encontrado a muchas personas extrañas, pero jamás a nadie que lo fuera tanto. Leía muchísimo más que yo, pero tenía por principio no adentrarse en una obra hasta que hubieran transcurrido treinta años de la muerte del autor. <<Sólo me fío de estos libros>>, decía.
-No es que no crea en la literatura contemporánea, pero no quiero perder un tiempo precioso leyendo libros que no hayan sido bautizados por el paso del tiempo. ¿Sabes?, la vida es corta.” (p. 47)
Sir Thomas Browne
LA RELIGIÓN DE UN MÉDICO. EL ENTERRAMIENTO EN URNAS.
Madrid, 2012, Reino de Redonda.


“Un concilio general es incapaz de extirpar una sola herejía; se la puede invalidar por el momento; pero la revolución del tiempo, y los aspectos de los cielos que le sean afines, la volverán a restaurar; y entonces florecerá hasta ser nuevamente condenada. Porque como si se tratará de una metempsícosis, y el alma de un hombre pasara a otro, las opiniones hallan, después de ciertas revoluciones, hombres y mentes como los que por vez primera las engendraron. Para volvernos a ver a nosotros mismos, no tenemos que esperar al año de Platón; cada hombre no es tan sólo sí mismo; ha habido muchos Diógenes e igual número de Timones, aunque sean pocos los de ese nombre; los hombres vuelven a ser vividos; el mundo es hoy como fue en tiempos remotos, cuando nadie había; pero ha habido alguien desde entonces que es el paralelo de ese nadie; que, por así decirlo, es su yo resucitado.” (pp. 33-34)

“Donde no puedo satisfacer a mi razón, prefiero dar gusto a mi fantasía” (p. 39)

“Pero en la eternidad no existe la distinción de los tiempos verbales” (p. 41)

“La persecución es un modo malo e indirecto de aposentar la religión: ha constituido el infeliz método, por parte de las devociones furibundas, de confirmar no ya la auténtica religión, sino también perversas herejías y extravagantes opiniones.” (p. 69)

“No queda, por tanto, más que un consuelo: que aunque esté en el poder del más débil brazo arrebatar la vida, no está en el más fuerte privarnos de la muerte.” (p. 101)

“El que alivia a otro por mera indicación de la piedad y por entrañas no lo hace tanto por amor al otro como a sí mismo; pues por medio de la compasión hacemos nuestra la miseria de otro, y así, al aliviarlos, nos aliviamos también a nosotros mismos.” (p. 130)

“Yo he visto a un gramático encumbrarse y cubrirse de plumas sobre un solo verso de Horacio, y mostrar más orgullo por explicar la construcción de una oda que el autor por componer el libro entero.” (p. 146)

sábado, 8 de diciembre de 2012

Piotr Kropotkin
LA CONQUISTA DEL PAN
Madrid, 1977, Júcar.


“Somos ricos, muchísimo más de lo que creemos. Ricos por lo que poseemos ya; aún más ricos por lo que podemos conseguir con los instrumentos actuales; infinitamente más ricos por lo que pudiéramos obtener de nuestro suelo, de nuestra ciencia y de nuestra habilidad técnica, si se aplicasen a procurar el bienestar de todos.” (p. 10)

“Los servicios prestados a la sociedad, sean trabajos en los campos o en las fábricas, sean servicios morales, no pueden valorarse en unidades monetarias, no puede haber medida exacta del valor de lo que impropiamente se ha llamado valor de cambio, ni del valor de la utilidad, con respecto a la producción. Si vemos dos individuos que trabajan uno y otro durante años cinco horas diarias, en beneficio de la comunidad y en diferentes trabajos que les agraden lo mismo, podemos decir en resumen que sus trabajos son casi equivalentes. Pero no puede fraccionarse su trabajo y decir que el producto de cada jornada, hora o minuto de trabajo del uno vale por el producto de cada minuto y hora de otro. (…) Pero no se puede tomar lo que ha hecho durante dos horas y decir que ese producto vale más que el producto de una hora de trabajo de otro individuo y remunerarlo en proporción.” (p. 121)
Adrian Berry
LOS PRÓXIMOS DIEZ MIL AÑOS
Madrid, 1977, Alianza Editorial.


“Platón no halla gran mérito en la invención de la escritura, porque enseña a los hombres a ser perezosos. Teniendo libros, sin tener que memorizar sus contenidos, un hombre puede conseguir información siempre que lo desee. No se puede decir estrictamente que un hombre así sepa algo. Se debería uno desprender de todos los libros, declara Platón, en cuanto se han leído. Su propietario se verá entonces obligado a desarrollar su memoria y, mediante una meditación profunda, a elevar las facultades de su intelecto. Pero Bacon, como se puede imaginar, no puede comprender bajo ningún concepto por qué proezas innecesarias de la memoria tendrían utilidad para el hombre. Las compara con exhibiciones de funámbulos y malabaristas. <<Las dos representaciones –dice- son muy parecidas. Una es un abuso de la mente; la otra es un abuso del cuerpo. Ambas pueden excitar nuestro asombro, pero ninguna es digna de nuestro respeto>>.” (p. 23)

domingo, 2 de diciembre de 2012

Philippe Ariès 
HISTORIA DE LA MUERTE EN OCCIDENTE DESDE LA EDAD MEDIA HASTA NUESTROS DÍAS 
Barcelona, 2000, Acantilado.


“Todos los hombres de hoy, creo yo, experimentan en un momento de su vida el sentimiento –más o menos fuerte, más o menos confesado o reprimido– de fracaso: fracaso familiar, fracaso profesional… Toda persona ha alimentado ambiciones desde su juventud, pero un día se da cuenta de que no las realizará jamás. Ha malogrado su vida. Ese descubrimiento –a veces lento, a menudo brutal– constituye una terrible prueba que no siempre superará. Su desilusión puede conducirlo al alcoholismo, al suicidio. El momento de la crisis llega en  general hacia los cuarenta, algunas veces más tarde, pero actualmente, por desgracia, más temprano. Pero es siempre anterior a la decadencia fisiológica de la edad y a la muerte. El hombre contemporáneo se ve un día como un malogrado. Nunca se ve como un muerto. Este sentimiento de fracaso no es un rasgo permanente de la condición humana. (…) En la primera Edad Media era desconocido.” (p. 147)

“Hoy en día no queda nada ni de la noción que cada cual tiene o debe tener de que su fin se acerca, ni del carácter de solemnidad pública que tenía el momento de la muerte. Lo que debía ser conocido permanece ahora oculto. Lo que debía ser solemne es eludido.” (p. 231)

“Atreverse a hablar de la muerte, admitirla de ese modo en las relaciones sociales, no significa ya, como antaño, permanecer dentro de lo cotidiano, sino provocar una situación excepcional, exorbitante y siempre dramática. La muerte era en otro tiempo un rostro familiar y los moralistas tenían que hacerla repulsiva para provocar miedo. Hoy en día basta sólo con nombrarla para desencadenar una tensión emocional incompatible con la regularidad de la vida cotidiana.” (p. 237)

martes, 30 de octubre de 2012

Brian Aldiss
HELICONIA INVIERNO
Barcelona, 2003, Minotauro.


"-Siento de veras que tengas que irte, Odim -dijo el artista, conciliador.
-El mal anda suelto por el mundo. He de irme.
-Yo no creo en el mal. En los errores, tal vez. En el mal,  no.
-Quizá temas reconocer que existe. Y existe dondequiera que haya hombres. En esta misma habitación, por ejemplo. Adiós Jhessie." (p. 142)
Eduardo Galeano
LAS VENAS ABIERTAS DE AMÉRICA LATINA 
La Habana, 1979, Casa de las Américas.


“Las Naciones Unidas estiman que por lo menos la cuarta parte de la población de las ciudades latinoamericanas habita «asentamientos que escapan a las normas modernas de construcción urbana», extenso eufemismo de los técnicos para designar los tugurios conocidos como favelas en Río de Janeiro, callampas en Santiago de Chile, jacales en México, barrios en Caracas y barriadas en Lima, villas miseria en Buenos Aires y cantegriles en Montevideo. En las viviendas de lata, barro y madera que brotan antes de cada amanecer en los cinturones de las ciudades, se acumula la población marginal arrojada a las ciudades por la miseria y la esperanza. Huaico significa, en quechua, deslizamiento de tierra, y huaico llaman los peruanos a la avalancha humana descargada desde la sierra sobre la capital en la costa: casi el setenta por ciento de los habitantes de Lima proviene de las provincias. En Caracas los llaman toderos, porque hacen de todo: los marginados viven de «changas», mordisqueando trabajo de a pedacitos y de cuando en cuando, o cumplen tareas sórdidas o prohibidas: son sirvientas, picapedreros o albañiles ocasionales, vendedores de limonada o de cualquier cosa, ocasionales electricistas o sanitarios o pintores de paredes, mendigos, ladrones, cuidadores de autos, brazos disponibles para lo que venga. Como los marginados crecen más rápidamente que los «integrados», las Naciones Unidas presienten, en el estudio citado, que de aquí a pocos años «los asentamientos irregulares albergarán a una mayoría de la población urbana». Una mayoría de derrotados.” (p. 439)