domingo, 1 de junio de 2014

Edward O. Wilson
SOBRE LA NATURALEZA HUMANA
Madrid, 1991, Fondo de Cultura Económica.



“El potencial de aprendizaje de cada especie parece estar totalmente programado por la estructura de su cerebro, la secuencia de las descargas de sus hormonas, y finalmente, por sus genes. Cada especie animal está «preparada» para aprender ciertos estímulos, impedida de aprender otros, y neutral con respecto a otros más. (pp. 99-100)

“Nos gusta pensar que dado tiempo suficiente y con mucha voluntad podemos aprender cualquier cosa. Pero existen límites. Tenemos que conceder que hay límites precisos en la cantidad y complejidad de lo que pueden dominar aun los genios y los memoristas profesionales, y que todos adquieren ciertas capacidades mentales con bastante más facilidad que otras. Y lo que es todavía más importante, los niños adquieren habilidades y emociones de acuerdo con programas que son difíciles de alterar.” (p. 101)

“Las reglas del aprendizaje de la agresión violenta ya son obsoletas en su mayor parte. Ya no somos cazadores-recolectores que arreglan sus disputas con lanzas, flechas y hachas de piedra. Pero el reconocimiento de la obsolescencia de dichas reglas no las elimina, solamente podemos tratar de evitarlas. Para dejarlas descansar en estado latente, debemos emprender conscientemente aquellas difíciles y raramente recorridas sendas del desarrollo psicológico que conduce al dominio y la reducción de la profunda tendencia humana para aprender la violencia.” (p. 172)
 
“La predisposición a la creencia religiosa es la fuerza más poderosa y compleja de la mente humana y con toda probabilidad una parte inseparable de la naturaleza humana.” (p. 238)
 
“La religión del conquistador se convierte en una espada, la del conquistado en un escudo.” (p. 246)