sábado, 28 de junio de 2014

Frans de Waal
PRIMATES Y FILÓSOFOS
Barcelona, 2007, Paidós.


“La tendencia occidental a ver las emociones como signo de debilidad y los vínculos sociales como algo caótico ha hecho que los teóricos recurran  la cognición como la guía predilecta del comportamiento humano. Celebramos la racionalidad. Y lo hacemos pese a que las investigaciones psicológicas sugieren la primacía del afecto: es decir, que el comportamiento humano deriva ante todo de juicios emocionales rápidos y automatizados y sólo secundariamente de procesos conscientes más lentos.” (p. 30)

“Así pues, resulta profundamente irónico que nuestro logro más noble (la moralidad) mantenga lazos evolutivos con nuestro comportamiento más infame: la guerra. El sentimiento comunitario que la moralidad exige nos viene dado por esta última. Al traspasar el punto de encuentro entre los intereses individuales y los compartidos en conflicto, aumentamos considerablemente la presión social para asegurarnos de que todos contribuyeran al bien común.” (p. 83)

“La antroponegación denota una ceguera voluntaria hacia las características humanas de los animales tanto como hacia las características animales de los humanos (…) Refleja una antipatía predarwiniana frente a las profundas similitudes que existen entre el comportamiento humano y el comportamiento animal (por ejemplo, el cuidado materno, el comportamiento sexual o la búsqueda de poder), visibles para cualquier persona de mente abierta.” (pp. 95-96)