domingo, 10 de marzo de 2019

Cixin Liu 
EL FIN DE LA MUERTE (I) 
Barcelona, 2018, Penguin Random House. 


“Una nueva tecnología puede transformar la sociedad, pero cuando esta se encuentra en pañales son muy pocas las personas capaces de ver todo su potencial. El ordenador sirve como ejemplo, ya que cuando fue inventado era una mera herramienta que aumentaba la eficiencia, lo cual llevó a algunas personas a pensar que cinco ordenadores bastarían para el mundo entero. Ocurría igual con la hibernación artificial: Antes de ser una realidad, la gente tan solo pensaba que ofrecería una oportunidad para que los pacientes con enfermedades terminales encontraran una cura en el futuro. Al ir más allá, la gente se daría cuenta de que la técnica resultaba útil para los viajes interestelares. Pero al observarla a través del prisma de la sociología, era posible darse cuenta de que su aparición constituía un cambio radical para la civilización humana. 
   Todo se basaba en una única idea: «El mañana será mejor.»” (p. 85)