lunes, 1 de abril de 2019

Platón
LA REPÚBLICA O EL ESTADO (I)
Madrid, 1988, Espasa-Calpe.



“La vejez, en efecto, es un estado de reposo y de libertad respecto de los sentidos. Cuando la violencia de las pasiones se ha relajado y se ha amortiguado su fuego, se ve uno libre, como decía Sófocles, de una multitud de furiosos tiranos. En cuanto a las lamentaciones de los ancianos de que hablo, a los malos tratamientos de que se quejan, hacen muy mal, Sócrates, en achacarlos a su ancianidad, cuando la causa es su carácter. Con costumbres suaves y convenientes, la vejez es soportable; pero con un carácter opuesto, lo mismo la vejez que la juventud son desgraciadas.” (p. 45; Libro primero, Sócrates.)

“En cada Estado, la justicia no es más que la utilidad del que tiene la autoridad en sus manos, y, por consiguiente, del más fuerte. De donde se sigue, para todo hombre que sabe discurrir, que la justicia y lo que es ventajoso al más fuerte en todas partes y siempre es una misma cosa.” (p. 55; Libro primero, Sócrates.)

“Porque el mayor castigo para el hombre de bien, cuando rehúsa gobernar a los demás, es el verse gobernado por otro menos digno” (p. 62; Libro primero, Sócrates.)

“–He aquí dos cosas en que nuestros magistrados deberán poner gran cuidado, para que no entren en nuestro Estado.
–¿Cuáles son?
–La opulencia y la pobreza, porque la una engendra la molicie, la holgazanería y el amor a las novedades; y la otra este mismo amor a las novedades, la bajeza y el deseo de hacer mal.” (pp. 125-126; Libro cuarto.)