Ernest Jünger
TEMPESTADES DE ACEROBarcelona, 2005, Tusquets.
"En realidad, sólo había una cosa que me desazonaba; me llenaban de angustia las noticias que los periódicos traían acerca de nuestras victorias. Según ellos, algunas patrullas de la caballería alemana habían divisado ya las torres de París; si las cosas continuaban progresando de ese modo, ¿qué iba a quedar para nosotros? Pues también nosotros queríamos oír el silbido de las balas y vivir esos instantes que cabe calificar como el bautismo propiamente dicho del varón." (p. 448)
[La cita pertenece al texto "El estallido de la guerra de 1914".]