sábado, 22 de septiembre de 2012

Robert Walser
LOS HERMANOS TANNER
Madrid, 1985, Alfaguara.


“Era una de esas personas que, impelidas por el imperativo de cumplir con su deber, se precipitan en un edificio ruinoso y construido enteramente con deberes ímprobos, por miedo a que alguna obligación recóndita y poco evidente pudiera, llegado el caso, írseles de las manos. Se imponen muchas horas de inquietud por aquellos deberes no cumplidos, sin pensar que un deber deposita siempre otro, nuevo, sobre los hombros de quien ha asumido el primero, y creen haber cumplido con algo parecido a una obligación sintiéndose inquietos y angustiados por su aún oscura existencia. Se enredan con facilidad en muchas cosas que, si las considerasen con más calma, no tendrían por qué importarles, y quisieran ver a los demás tan cargados de preocupaciones como ellos mismos. Suelen mirar con envidia a los desprejuiciados y exentos de obligaciones, y echarles luego en cara su irreflexión y falta de escrúpulos al ir tan campantes por la vida, con la cabeza tan fácilmente erguida.” (pp. 16-17)

“-No quiero un futuro, lo que quiero es un presente. Me parece más valioso. Sólo se tiene un futuro cuando no se tiene un presente, mientras que si se tiene un presente, uno hasta se olvida de pensar en el futuro.” (p. 47)