Carson MacCullers
EL CORAZÓN ES UN CAZADOR SOLITARIO
Barcelona, 2008, Seix Barral.
“El resentimiento es la flor más preciosa de la pobreza. Eso es.” (p. 73)
“-Mire, es como si yo fuera dos personas al mismo tiempo. Una de ellas es un hombre instruido. He estado en algunas de las bibliotecas más importantes del país. Leo. Leo continuamente. Leo libros que hablan de la más pura verdad. Ahí en mi maleta, tengo libros de Karl Marx y Thorstein Veblen y escritores así. Los leo una y otra vez, y cuanto más los estudio, más furioso me pongo. (…) Pero lo que quiero decir es esto. Cuando una persona sabe, y no puede conseguir que los demás comprendan, ¿qué puede hacer? (…) ¡Pero escuche! Dondequiera que uno mire, hay mezquindad y corrupción. Esta habitación, esta botella de vino de uvas, estas frutas de la cesta, son todo productos de ganancias y pérdidas. Nadie puede vivir sin prestar su aceptación pasiva a la mezquindad. Alguien tiene que agotarse por completo por cada bocado que comemos y cada pedazo de tela que llevamos puesto… y nadie parece darse cuenta. Todo el mundo está ciego, mudo, obtuso…, estúpido y mezquino.” (pp. 78-79)
“Pero ¿qué ocurre con un hombre que sabe? Ve el mundo tal como es y mira miles de años atrás para ver cómo se produce todo. Observa la lenta aglutinación de capital y poder, y cómo ha llegado hoy a su cúspide. Ve América como una casa de locos. Ve cómo los hombres tienen que robar a sus hermanos para poder vivir. Ve cómo los niños se mueren de hambre y las mujeres trabajan sesenta horas por semana para ganarse la comida. Ve a todo ese maldito ejército de parados y los miles de millones de dólares y miles de kilómetros de tierra desperdiciada. Contempla cómo se aproxima la guerra. Contempla cómo cuando la gente sufre tanto se vuelve mala y fea, y algo muere en ella. Pero lo más importante que ve es que todo el sistema del mundo está construido sobre una mentira. Y aunque todo esto es tan evidente como el mismo sol…, los ignorantes han vivido tanto tiempo con esa mentira que ya no son capaces de verla.” (p. 163)
[La cursiva pertenece a la cita.]
EL CORAZÓN ES UN CAZADOR SOLITARIO
Barcelona, 2008, Seix Barral.
“El resentimiento es la flor más preciosa de la pobreza. Eso es.” (p. 73)
“-Mire, es como si yo fuera dos personas al mismo tiempo. Una de ellas es un hombre instruido. He estado en algunas de las bibliotecas más importantes del país. Leo. Leo continuamente. Leo libros que hablan de la más pura verdad. Ahí en mi maleta, tengo libros de Karl Marx y Thorstein Veblen y escritores así. Los leo una y otra vez, y cuanto más los estudio, más furioso me pongo. (…) Pero lo que quiero decir es esto. Cuando una persona sabe, y no puede conseguir que los demás comprendan, ¿qué puede hacer? (…) ¡Pero escuche! Dondequiera que uno mire, hay mezquindad y corrupción. Esta habitación, esta botella de vino de uvas, estas frutas de la cesta, son todo productos de ganancias y pérdidas. Nadie puede vivir sin prestar su aceptación pasiva a la mezquindad. Alguien tiene que agotarse por completo por cada bocado que comemos y cada pedazo de tela que llevamos puesto… y nadie parece darse cuenta. Todo el mundo está ciego, mudo, obtuso…, estúpido y mezquino.” (pp. 78-79)
“Pero ¿qué ocurre con un hombre que sabe? Ve el mundo tal como es y mira miles de años atrás para ver cómo se produce todo. Observa la lenta aglutinación de capital y poder, y cómo ha llegado hoy a su cúspide. Ve América como una casa de locos. Ve cómo los hombres tienen que robar a sus hermanos para poder vivir. Ve cómo los niños se mueren de hambre y las mujeres trabajan sesenta horas por semana para ganarse la comida. Ve a todo ese maldito ejército de parados y los miles de millones de dólares y miles de kilómetros de tierra desperdiciada. Contempla cómo se aproxima la guerra. Contempla cómo cuando la gente sufre tanto se vuelve mala y fea, y algo muere en ella. Pero lo más importante que ve es que todo el sistema del mundo está construido sobre una mentira. Y aunque todo esto es tan evidente como el mismo sol…, los ignorantes han vivido tanto tiempo con esa mentira que ya no son capaces de verla.” (p. 163)
[La cursiva pertenece a la cita.]