miércoles, 11 de enero de 2023

Antonio Piñero
JESÚS DE NAZARET
El hombre de las cien caras
(II)
Madrid, 2012, Edaf.



“Después de celebrar un consejo los príncipes de los sacerdotes y los escribas, Anás, Caifás, Semes, Dataés, Gamaliel, Judas, Leví, Neftalí, Alejandro, Jairo y los demás de entre los judíos, se dirigieron a Pilato acusando a Jesús de muchas maldades diciendo: «Sabemos que este es hijo de José el carpintero y que nació de María. […] Dice que es hijo de Dios y rey, también profana el sábado y pretende disolver la ley de nuestros padres». Pilato les dice: «¿Qué es lo que hace y lo que pretende disolver?».
   Los judíos le contestan: «Tenemos una ley que prohíbe curar en sábado. Pues este ha curado en sábado con malas artes a cojos, jorobados, inválidos, ciegos, paralíticos, sordos y endemoniados». Pilato les pregunta: «¿Con qué malas artes?». Le responden: «Es un encantador y arroja los demonios por virtud de Beelzebul, jefe de los demonios, todos los cuales le están sometidos». Pilato les dice: «Esto no es expulsar los demonios por virtud de un espíritu impuro, sino por la del dios Esculapio».
(…)
   Pero algunos judíos respondieron...: «¿Quieres este como rey y no al César?». Encolerizado, Pilato, dice a los judíos: «Vuestra raza es siempre pendenciera y oponéis a vuestros bienhechores». Dicen los judíos: «¿A qué bienhechores?». Replica Pilato: «Vuestro Dios os sacó de Egipto de una dura servidumbre, os salvó cuando ibais a través del mar como si fuerais por tierra seca, os alimentó en el desierto con maná, os proporcionó codornices, os dio de beber agua sacada de una roca y os dio una ley. A pesar de todo, irritasteis a vuestro Dios, os buscasteis un becerro fundido, exasperasteis a vuestro Dios, y él trató de exterminaros. Pero Moisés intercedió por vosotros, y no fuisteis castigados con la muerte. Y ahora me acusáis de que odio al emperador.»” (pp. 188-189; Actas de Pilato 9, 1-2)