Antonio Piñero
JESÚS DE NAZARET
El hombre de las cien caras (III)
Madrid, 2012, Edaf.
“Y como Jesús no dejó nada escrito, las Escrituras sagradas permiten interpretaciones múltiples y las ideas sobre la vida, figura y misión eran variadas junto con los avatares de la tradición oral, por lo que no es extraño que los puntos de vista sobre el Maestro y Mesías fueran a su vez variados y múltiples. Y de ahí también que haya serias divergencias entre las reconstrucciones del Jesús de la historia y la especulaciones puramente teológicas que componen el Cristo de la fe.
(…)
Queda, pues, claro que la tarea del historiador para reconstruir con verosimilitud la figura de este personaje que vivió hace dos mil años es titánica. A la vez, debe sorprender al lector el aplomo con el que muchos hablan de Jesús con absoluta seguridad. Debe caerse en la cuenta de que incluso la tradición de diecinueve siglos sobre el Cristo de la fe tiene fundamentos históricos inseguros y, a veces, ciertamente erróneos desde el punto de vista de la pura ciencia histórica. (…) es inútil hacer afirmaciones apodícticas basándose en las fuentes transmitidas —nuestro único sistema de conocimiento— y es inútil morir o matar por una visión de Jesús que en esencia permanece fluctuante y relativa.” (p. 347-348)