Marino Pérez Álvarez
CIENCIA Y PSEUDOCIENCIA EN PSICOLOGÍA Y PSIQUIATRÍA (III)
Madrid, 2021, Alianza Editorial.
“Otro hábito verbal común es el término «síntoma» La noción de síntoma conlleva una preconcepción biomédica por cuanto supone que tal comportamiento o problema es síntoma-de-una-enfermedad o trastorno subyacente. En realidad, uno no usa este término, sino que es usado por él, sin pensar, porque cuando no se piensa, el modelo biomédico piensa por uno. No es que «síntoma» sea un término ilegítimo o impropio, lo que ocurre es que se usa (nos usa) antes de que esté comprobado como síntoma de alguna condición médica» (p. 183)
[Las cursivas pertenecen a la cita.]
[Las cursivas pertenecen a la cita.]
“Nociones como epistemología de la ignorancia, cámaras de eco y burbujas epistémicas (…) describen fenómenos de nuestro tiempo que pueden dar vida a la charlatanería. La epistemología de la ignorancia, referida en principio a cómo los estudiantes universitarios buscan información y hacen sus trabajos, pone de relieve el fenómeno más general de la alfabetización digital, consistente en buscar en Google para obtener información selectiva servida por algoritmos (…). La ignorancia no es meramente por falta de conocimiento, sino también por conocimientos selectivos con los que uno se realimenta y que termina por recibir a medida. Uno construye su propia ignorancia al quedar entrampado en burbujas epistémicas y cámaras de eco de propia fabricación (…).
Una burbuja epistémica alude a una situación en la que la información que se transmite y repite forma un sistema amplificado de ideas y creencias en el que visiones diferentes quedan excluidas por omisión.” (pp. 210-211)
Una burbuja epistémica alude a una situación en la que la información que se transmite y repite forma un sistema amplificado de ideas y creencias en el que visiones diferentes quedan excluidas por omisión.” (pp. 210-211)