T. S. Eliot
FUNCIÓN DE LA POESÍA Y FUNCIÓN DE
LA CRÍTICA
Barcelona, 1968, Seix Barral.
“Exigimos al crítico teorizante
capacidad para reconocer un buen poema así que se enfrenta con él; mas quien
sabe reconocer un buen poema no siempre acierta a explicarnos el porqué de su
bondad. La experiencia poética, como cualquier otra, sólo es parcialmente
expresable en palabras (…) Personas incapaces de explicar su afición por un
poema tienen, a veces, una sensibilidad más profunda y discriminadora que otras
a quienes no cuesta nada hablar copiosamente sobre él; recordemos que la poesía
no se escribe pura y simplemente para proveer de tema de conversación.” (p. 31)
“Si la poesía es una forma de <<comunicación>>, lo que se comunica
es el poema mismo y sólo incidentalmente la experiencia y el pensamiento que se
han vertido en él. El poema tiene una experiencia que está entre el poeta y el
lector, una realidad que no es simplemente la realidad de lo que el escritor
está tratando de expresar, o de su experiencia al escribir el poema, o de la
experiencia del lector o del escritor como lector. Consecuentemente, el
problema de lo que un poema <<significa>> es mucho más difícil de lo que a
primera vista parece.” (p. 41)