sábado, 5 de mayo de 2012


T. S. Eliot
FUNCIÓN DE LA POESÍA Y FUNCIÓN DE LA CRÍTICA
Barcelona, 1968, Seix Barral.


“Exigimos al crítico teorizante capacidad para reconocer un buen poema así que se enfrenta con él; mas quien sabe reconocer un buen poema no siempre acierta a explicarnos el porqué de su bondad. La experiencia poética, como cualquier otra, sólo es parcialmente expresable en palabras (…) Personas incapaces de explicar su afición por un poema tienen, a veces, una sensibilidad más profunda y discriminadora que otras a quienes no cuesta nada hablar copiosamente sobre él; recordemos que la poesía no se escribe pura y simplemente para proveer de tema de conversación.” (p. 31)

“Si la poesía es una forma de <<comunicación>>, lo que se comunica es el poema mismo y sólo incidentalmente la experiencia y el pensamiento que se han vertido en él. El poema tiene una experiencia que está entre el poeta y el lector, una realidad que no es simplemente la realidad de lo que el escritor está tratando de expresar, o de su experiencia al escribir el poema, o de la experiencia del lector o del escritor como lector. Consecuentemente, el problema de lo que un poema <<significa>> es mucho más difícil de lo que a primera vista parece.” (p. 41)