Stephen King
FIN DE GUARDIA
Barcelona, 2018, Debolsillo.
“(...) pero los adolescentes son criaturas gregarias, y las criaturas gregarias mantienen vínculos mentales y emocionales. Esa es la razón por la que los peces forman bancos, y las abejas, enjambres. La razón por las que las golondrinas regresan cada año a Capistrano. En la conducta humana, por eso se hace «la ola» en los estadios de fútbol y de béisbol, y por eso los individuos se confunden en medio de una multitud sencillamente porque la muchedumbre está ahí.
Los chicos adolescentes se ponen los mismos pantalones cortos holgados y se dejan el mismo asomo de barba por miedo a que se los excluya del rebaño. Las adolescentes adoptan los mismos estilos de vestimenta y se vuelven locas por los mismos grupos musicales. Este año toca We R Your Bruthas; no hace mucho eran 'Round Here y One Direction. Tiempo atrás eran New Kids on the Block. Las modas se propagan entre los adolescentes como el sarampión, y de vez en cuando una de esas modas es el suicidio. En el sur de Gales, decenas de adolescentes se ahorcaron entre 2007 y 2009, y los mensajes al respecto en las redes sociales avivaron la fiebre. Incluso las despedidas que dejaban estaban acuñadas con la jerga de las redes: «Yo tb» y «Hsta mñna».” (pp. 293-294)
“Ahora entiende por qué califican de «furtivo» al cáncer de páncreas y por qué es casi siempre mortal. Permanece al acecho, reuniendo sus tropas y enviando emisarios secretos a los pulmones, los ganglios linfáticos, los huesos y el cerebro. De repente inicia una guerra relámpago, sin entender, en su estúpida voracidad, que la victoria solo puede provocar su propia muerte.
Hodges piensa: Solo que quizá sea eso lo que pretende. Quizá se odia a sí mismo, quizá ha nacido con el deseo de asesinar no al huésped, sino a sí mismo. Lo que convierte al cáncer en el verdadero príncipe del suicidio.” (pp. 340-341)