martes, 18 de marzo de 2025

David Graeber y David Wengrow
EL AMANECER DE TODO. UNA NUEVA HISTORIA DE LA HUMANIDAD (IV)
Barcelona, 2022, Ariel.




“Lo que convierte a un esclavo en algo diferente de un siervo, un peón, un cautivo o un prisionero es su falta de vínculos sociales. En términos legales, al menos, un esclavo no tiene familia, parientes ni comunidad; no puede hacer promesas ni fijar conexiones duraderas con otros seres humanos. Esta es la razón por la que, en ingles, la palabra free (libre) deriva de una raíz común con friend (amigo). Los esclavos no pueden tener amigos porque no pueden comprometerse con otros, al estar totalmente bajo el poder de una persona y obligados tan solo a hacer exactamente lo que su amo les exige. Si un legionario romano era capturado en batalla y esclavizado, y más tarde conseguía escapar y regresar a su hogar, debía pasar un complicado proceso de restauración de todas sus relaciones sociales, incluido el volver a casarse con su mujer, dado que se consideraba que el acto de ser esclavizado cortaba todas las relaciones previas. El sociólogo jamaicano Orlando Patterson se ha referido a esta condición como «muerte social».” (p. 235)