Martin Aurell
DIEZ IDEAS FALSAS SOBRE LA EDAD MEDIA (III)
Barcelona, 2024, Taurus.
“En la época antigua los patricios o aristócratas no hacían trabajos manuales, que estaban reservados a los plebeyos y a los esclavos. Apenas daban valor a los conocimientos prácticos y preferían dedicarse a la política, la magistratura o la filosofía. (…) Las élites grecolatinas se consideraban libres y solo querían ocuparse de las «artes liberales», para cultivarse y elevarse a la alta esfera de las ideas. La Edad Media heredó en gran medida esta noción de la ciencia, en sintonía con la jerarquía social: encima estaban los nobles, que nunca se rebajaban al trabajo manual, y debajo los menestrales, que ejercían oficios mecánicos.
Hoy asistimos a un movimiento inverso: la mayoría de nuestros contemporáneos prefieren las ciencias «duras». Los estudios de comercio e ingeniería inauguran unas carreras tan bien remuneradas como socialmente prestigiosas. Por muy exigentes y honorables que sean, no deberían menoscabar el interés por las humanidades. La sociedad, a costa de un indiscutible empobrecimiento intelectual, suele desdeñar la utilidad de la filosofía, la historia, la literatura o el arte, pese a que garantizan un verdadero desarrollo personal y un equilibrio social y político. Desde este punto de vista, los antiguos y los medievales son admirables. Lo habían entendido...” (pp. 136-137)