domingo, 19 de febrero de 2012


Ramón J. Sender
LA TESIS DE NANCY
Barcelona, 2004, Magisterio Español-Casals. 


“Contestando tus preguntas, te diré que Mrs. Adams es la de siempre. ¿Sabes qué hizo? Le regaló a mi novio una Biblia en español, y la misma tarde que se lo regaló, paseando por el parque de Maria Luisa, le explicaba Mrs. Adams –tú la conoces- la utilidad de leer la Biblia, y decía que muchas veces estaba sin saber qué determinación tomar cuando abría el libro al azar y leía la primera línea de la página de la izquierda. Y allí encontraba la solución.
-Hombre –dijo mi novio-. Yo tengo ahora más problemas que nunca en mi vida. Si eso es verdad, el libro vale la pena. Vamos a ver.
Abrió al azar y encontró en la primera línea las siguientes palabras del capítulo 27 de San Mateo que se refieren a Judas: <<...Y entonces fue y se colgó de un árbol y se ahorcó.>> Mi novio palidecía y Mrs. Adams se ruborizaba un poco. Entonces ella dijo: <<Bueno, eso es una casualidad. Mire en otra página.>> Y mi novio lo hizo, y en el capítulo de los Reyes del Antiguo Testamento la primera línea decía: <<Haz tú lo mismo.>>
Mi novio abrió las manos y dejó caer el libro al suelo. Luego se inclinó a recogerlo y lo devolvió a Mrs. Adams:
-Vaya, señora –le dijo-. Parece que ese libro sabe muy bien lo que a mí me conviene, pero tengo que reflexionar un poco antes de tomar mis determinaciones.” (p. 87) 

“Para que veas cómo entro en la vida del país, el otro día fui a llevarle a un zapatero remendón que hay en mi barrio un zapato para que me sujetara el tacón que se había soltado, y estaba con el zapatero un torero. Bueno, no un matador, sino un banderillero o cosa así. Y discutían de política. El zapatero era partidario de un régimen muy avanzado y el otro le preguntaba cómo se iba a regir la economía en ese régimen. El zapatero decía: <<Muy fácil. Yo le hago un par de zapatos al vecino que es sastre y él me hace a mí una chaqueta. El panadero me trae a mí el pan durante un mes y yo le remiendo los zapatos de la familia. ¿Comprendes?>>
-Sí; pero en mi caso –decía el otro- tú sabes cuál es mi oficio, ¿verdad? ¿Tú me haces un par de zapatos y yo te pongo un par de banderillas?
El zapatero se acaloraba, diciendo que aquello era hablar de mala fe.” (pp. 94-95)