sábado, 15 de febrero de 2014

Andreu Martín
APRENDE Y CALLA
Madrid, 1979, SEDMAY ediciones.



“Vivo en un mundo en el que siempre hay que cumplir con las amenazas. Uno sólo puede caminar tranquilo, desenvolverse con soltura en este mundo, cuando sabe que de él se desprende un cierto halo de respeto que le protege y que le consigue favores de los demás. Sin ese halo, en mi mundo de putas, puteros y puteados, uno sólo sirve para decir: «Sí, señor» y para ofrecer la otra mejilla. La gente de este mundo está siempre a punto para saltar agresivamente, para enseñar los dientes, sacar pecho y cerrar los puños a la primera provocación. Porque, tío, si descubren que tienes miedo, o que estás indefenso, o si te pescan en un farol, vete despidiendo del Barrio, tío. Por eso estaba yo allí aquella noche.” (p. 73)