Pablo Dopico
EL CÓMIC UNDERGROUND ESPAÑOL, 1970-1980
Madrid, 2005, Cátedra.
“Fiel
a su espíritu revolucionario, el movimiento underground atacó los tabúes
burgueses de la obscenidad, el sexo, la pornografía, la promiscuidad y la
homosexualidad, tanto en el campo cultural y social como en la vida cotidiana,
vaciándolos del hipócrita contenido de la sociedad burguesa, donde la
reprobación moral y religiosa coexistían con su explotación comercial. Sus
creaciones se transformaron en hirientes espejos que reflejaban situaciones
reales que otros pretendían ocultar.” (p. 12)
“Las editoriales
oficiales editaron los cómix que antes les habían escandalizado, aunque
reduciendo su carga de drogas, sexo y violencia. La música rock era aceptada y
explotada comercialmente. Las formas de vestir que antes eran consideradas como
ridículas y provocadoras se convertían en la base de un próspero negocio
textil. Y los restos y despojos que todavía escandalizaban a la sociedad
tradicional se retiraron de la circulación. Una muestra evidente de esta
asimilación es la transformación del mítico eslogan del movimiento punk, «Fuck
the fashion», en «Fashion fucks the punk», tras haber puesto de moda un estilo
que en sus orígenes intentaba romper con todas las normas impuestas. En la
actualidad, prestigiosas firmas de moda venden prendas inspiradas en la imagen
punk, pero a precios desorbitados. Los pantalones ya no están rotos por el
desgaste ni el maltrato recibido, sino que se venden con un aspecto envejecido.
Las tachuelas e imperdibles se han transformado en cadenas de oro y titanio, y
los mensajes contra el sistema de las camisetas han dejado su lugar a las
siglas de las firmas de moda.” (p. 400)