C. G. Jung
SINCRONICIDAD (II)
Málaga,1988, Sirio.
"Por eso, debemos escudriñar en los rincones más recónditos y armarnos de valor para superar los prejuicios de nuestra época, si queremos ampliar las bases de la naturaleza de nuestro entendimiento. Cuando Galileo descubrió las lunas de Júpiter con su telescopio, inmediatamente entró en colisión frontal con los prejuicios de sus doctos contemporáneos. Nadie sabía lo que era un telescopio ni para qué servía. Nadie había hablado antes de las lunas de Júpiter. Naturalmente, todas las épocas piensan que las anteriores tenían prejuicicos. Hoy lo pensamos más que nunca, y estamos tan equivocados como todas las épocas que lo creyeron así. ¿Cuántas veces hemos visto condenada la verdad! Es triste, pero por desgracia cierto, que el hombre no aprende nada de su historia. Este melancólico hecho, nos causará las más grandes dificultades tan pronto como nos pongamos a recopilar material empírico que arroje una pequeña luz sobre este oscuro tema, pues podemos estar bastante seguros de hallarla donde las autoridades nos han asegurado que no hay nada que encontrar." (p. 45)
“Es la creencia profundamente arraigada en el poder soberano de la causalidad lo que plantea dificultades intelectuales y hace que parezca impensable que puedan existir sucesos sin causa o que puedan producirse alguna vez.” (p. 136)
SINCRONICIDAD (II)
Málaga,1988, Sirio.
"Por eso, debemos escudriñar en los rincones más recónditos y armarnos de valor para superar los prejuicios de nuestra época, si queremos ampliar las bases de la naturaleza de nuestro entendimiento. Cuando Galileo descubrió las lunas de Júpiter con su telescopio, inmediatamente entró en colisión frontal con los prejuicios de sus doctos contemporáneos. Nadie sabía lo que era un telescopio ni para qué servía. Nadie había hablado antes de las lunas de Júpiter. Naturalmente, todas las épocas piensan que las anteriores tenían prejuicicos. Hoy lo pensamos más que nunca, y estamos tan equivocados como todas las épocas que lo creyeron así. ¿Cuántas veces hemos visto condenada la verdad! Es triste, pero por desgracia cierto, que el hombre no aprende nada de su historia. Este melancólico hecho, nos causará las más grandes dificultades tan pronto como nos pongamos a recopilar material empírico que arroje una pequeña luz sobre este oscuro tema, pues podemos estar bastante seguros de hallarla donde las autoridades nos han asegurado que no hay nada que encontrar." (p. 45)
“Es la creencia profundamente arraigada en el poder soberano de la causalidad lo que plantea dificultades intelectuales y hace que parezca impensable que puedan existir sucesos sin causa o que puedan producirse alguna vez.” (p. 136)