Cristóbal Colón
TEXTOS Y DOCUMENTOS COMPLETOS (II)
Madrid, 1982, Alianza Editorial.
“No salió d'este puerto por no hazer terral con que saliese. Quisiera salir por ir a otro mejor puerto, porque aquel era algo descubierto, y porque quería ver en qué paraba la conjunción de la luna con el sol, qu'esperava a 17 d'este mes, y la opposición d'ella con Júpiter y conjunçión con Mercurio y el sol en oppósito con Júpiter, que es causa de grandes vientos.” (p. 114; “Diario del Primer Viaje”, de 1492.)
“En todas estas islas me parece que todos los ombres sean contentos con una muger, y a su maioral o Rey dan fasta veinte. Las mugeres me parece que trabaxan más que los ombres. Ni he podido entender si tienen bienes propios, que me pareció ver que aquello que uno tenía todos hazían parte, en especial de las cosas comederas.
TEXTOS Y DOCUMENTOS COMPLETOS (II)
Madrid, 1982, Alianza Editorial.
“No salió d'este puerto por no hazer terral con que saliese. Quisiera salir por ir a otro mejor puerto, porque aquel era algo descubierto, y porque quería ver en qué paraba la conjunción de la luna con el sol, qu'esperava a 17 d'este mes, y la opposición d'ella con Júpiter y conjunçión con Mercurio y el sol en oppósito con Júpiter, que es causa de grandes vientos.” (p. 114; “Diario del Primer Viaje”, de 1492.)
“En todas estas islas me parece que todos los ombres sean contentos con una muger, y a su maioral o Rey dan fasta veinte. Las mugeres me parece que trabaxan más que los ombres. Ni he podido entender si tienen bienes propios, que me pareció ver que aquello que uno tenía todos hazían parte, en especial de las cosas comederas.
En estas islas fasta aquí no he hallado ombres mostrudos, como muchos pensavan, más antes es toda gente de muy lindo acatamiento, ni son negros como en Guinea, salvo con sus cabellos corredíos, y no se crían adonde ay speto demasiado de los rayos solares; es verdad qu'el sol tiene allí gran fuerça, puesto que es distinta de la liña inquinocial veinte e seis grados. En estas islas, adonde ay montañas grandes, ai tenía [a] fuerça el frío este ivierno, más ellos lo sufren así por la costumbre que con la ayuda de las viandas comen con especias muchas y muy calientes en demasía. Así que mostruos no he hallado ni noticia, salvo de una isla que es Carib, la segunda a la entrada de las Indias, que es poblada de una iente que tienen en todas las islas por muy ferozes, los cualles comen carne umana. Estos tienen muchas canuas, con las cuales corren todas las islas de India, roban y toman cuanto pueden. Ellos no son más disformes que los otros, salvo que tienen en costumbre de traer los cabellos largos como mugeres, y usan arcos y flechas de las mismas armas de cañas con un palillo al cabo por defecto de fierro que no tienen.” (pp. 144-145; “Carta a Santangel”, de 1493.)