Henry Kamen
BREVÍSIMA HISTORIA DE ESPAÑA (I)
Barcelona, 2014, Espasa.
"La primera historia general de verdad de España como nación, amplia en su enfoque, bien informada y de una admirable objetividad, fue la elaborada por el jesuita Juan de Mariana, que la redactó inicialmente en latín, la tradujo posteriormente y la publicó en dos tomos en 1601 con el título Historia general de España. Fue la historia nacional más consultada por los españoles durante más de tres siglos tras su publicación. Pero el país sobre el que escribió De Mariana tardaría mucho aún en materializarse como tal. Como entidad política de verdad, puede decirse que no surgió hasta aproximadamente 1800, momento en el que otras naciones de Europa, como Francia y Alemania, también estaban empezando a evolucionar hacia su forma contemporánea. Los mandatarios políticos de principios del siglo XIX estaban convencidos de que su nación existía, pero tenían dificultades a la hora de definir los antecedentes de esta. Hubo que crear, entonces, leyendas y mitos para dotar al pasado nacional de alguna sustancia. El problema, visto desde nuestra perspectiva actual, estribaba en crear mitos que tuvieran un carácter histórico y en emplear unas palabras y un lenguaje armónicos con tales mitos. Por ejemplo, ¿qué se entendía por una «nación»? ¿Era «España» una de ellas? Si nos preguntamos hoy si había una nación en España antes del siglo XIX, la respuesta (como bien decía Gracián) es que había muchas, pues España existía, sí, pero bajo la forma de una amalgama de comunidades y naciones." (pp. 13-14)
BREVÍSIMA HISTORIA DE ESPAÑA (I)
Barcelona, 2014, Espasa.
"La primera historia general de verdad de España como nación, amplia en su enfoque, bien informada y de una admirable objetividad, fue la elaborada por el jesuita Juan de Mariana, que la redactó inicialmente en latín, la tradujo posteriormente y la publicó en dos tomos en 1601 con el título Historia general de España. Fue la historia nacional más consultada por los españoles durante más de tres siglos tras su publicación. Pero el país sobre el que escribió De Mariana tardaría mucho aún en materializarse como tal. Como entidad política de verdad, puede decirse que no surgió hasta aproximadamente 1800, momento en el que otras naciones de Europa, como Francia y Alemania, también estaban empezando a evolucionar hacia su forma contemporánea. Los mandatarios políticos de principios del siglo XIX estaban convencidos de que su nación existía, pero tenían dificultades a la hora de definir los antecedentes de esta. Hubo que crear, entonces, leyendas y mitos para dotar al pasado nacional de alguna sustancia. El problema, visto desde nuestra perspectiva actual, estribaba en crear mitos que tuvieran un carácter histórico y en emplear unas palabras y un lenguaje armónicos con tales mitos. Por ejemplo, ¿qué se entendía por una «nación»? ¿Era «España» una de ellas? Si nos preguntamos hoy si había una nación en España antes del siglo XIX, la respuesta (como bien decía Gracián) es que había muchas, pues España existía, sí, pero bajo la forma de una amalgama de comunidades y naciones." (pp. 13-14)