Yuri Kagrámanov
¿CAUTIVA NORTEAMÉRICA A EUROPA? (I)
Moscú, 1988, Editorial de la Agencia de Prensa Nóvosti.
“En lo que se refiere al carácter abierto de los norteamericanos, con relación a otras naciones, éste se manifiesta por lo general como anhelo de aleccionar y no como deseo de aprender.
Veamos uno de los ejemplos más recientes de lo conservadora que es la «América de un piso»: en 1977, un grupo de sociólogos realizó una encuesta entre los vecinos de una típica ciudad del Estado de Indiana, donde ya habían realizado estudios semejantes en 1923. Los resultados de la encuesta demostraron que en medio siglo el modo de pensar de los habitantes de la localidad había experimentado muy pocos cambios. Por ejemplo, tanto en 1923 como en 1977 la mayoría de jóvenes opinó que la Biblia para ellos era «la guía que les ayudaba a resolver todos los problemas de la vida contemporánea». La Biblia es un libro respetable, no lo dudamos, pero a veces se debe mirar el calendario, para darnos cuenta que vivimos en el último cuarto del siglo XX. Al conocer hechos como éste, uno empieza a comprender mejor la relativa facilidad con que en el umbral de los años 80 en Estados Unidos llegaron a predominar los ultraconservadores, fundamentalistas miltantes y neomaccartistas que en nuestros días persiguen hasta a Mark Twain por librepensador.” (p. 17)
¿CAUTIVA NORTEAMÉRICA A EUROPA? (I)
Moscú, 1988, Editorial de la Agencia de Prensa Nóvosti.
“En lo que se refiere al carácter abierto de los norteamericanos, con relación a otras naciones, éste se manifiesta por lo general como anhelo de aleccionar y no como deseo de aprender.
Veamos uno de los ejemplos más recientes de lo conservadora que es la «América de un piso»: en 1977, un grupo de sociólogos realizó una encuesta entre los vecinos de una típica ciudad del Estado de Indiana, donde ya habían realizado estudios semejantes en 1923. Los resultados de la encuesta demostraron que en medio siglo el modo de pensar de los habitantes de la localidad había experimentado muy pocos cambios. Por ejemplo, tanto en 1923 como en 1977 la mayoría de jóvenes opinó que la Biblia para ellos era «la guía que les ayudaba a resolver todos los problemas de la vida contemporánea». La Biblia es un libro respetable, no lo dudamos, pero a veces se debe mirar el calendario, para darnos cuenta que vivimos en el último cuarto del siglo XX. Al conocer hechos como éste, uno empieza a comprender mejor la relativa facilidad con que en el umbral de los años 80 en Estados Unidos llegaron a predominar los ultraconservadores, fundamentalistas miltantes y neomaccartistas que en nuestros días persiguen hasta a Mark Twain por librepensador.” (p. 17)