José Ortega y Gasset
EL ESPECTADOR (Tomo I)
Madrid, 1977, Espasa-Calpe.
"El sujeto romántico encuentra siempre dentro de sí la impresión de que fuera de él algo colosal acontece; pero a menudo, cuando quiere precisar esa enorme contingencia, se sorprende sin nada en las manos. En tal situación lo mejor sería callarse; más el silencio es un género literario en sentido clásico, y el romántico prefiere hacer retórica. Completando una frase ilustre, yo diría que el clásico, como Saúl, parte en busca de unas asnillas y vuelve con un reino, mientras el romántico sale en busca de un reino y vuelve a menudo con las asnillas de Saúl." (p. 33)
"Suponiendo que debamos llamar amor a ese encadenamiento entre dos seres. Tal vez conviniera elaborar otra denominación menos cargada de confusas alusiones a fenómenos de muy distinta naturaleza. La religión y el amor tienen la desgracia de que no se suele pensar en ellos sino religiosamente y amorosamente. De esta manera hemos hechos de esas dos cosas radiantes y benéficas dos cosas turbias, exageradas, fantasmagóricas, cuando no atroces instrumentos de martirio." (pp. 33-34)
(Ambas citas pertenecen al artículo "Leyendo el <<Adolfo>>, libro de amor". Ortega se refiere al "Adolfo" de Benjamin Constant.)
"y yo no escribo más que para lectores atentos, que no se ofenden si se les exige leer dos veces las líneas." (p. 175)
(La cita pertenece al artículo "Cultura anémica".)