Werner Heisenberg
LA IMAGEN DE LA NATURALEZA EN LA FÍSICA ACTUAL
Barcelona, 1976, Ariel.
“En ningún dominio se manifiesta esta situación con tanta claridad como
precisamente en el de la moderna ciencia, en la que, según anteriormente
dijimos, ha resultado que a los constituyentes elementales de la materia, a los
entes que un día se concibieron como la última realidad objetiva, no podemos de
ningún modo considerarlos ‘en sí’: se escabullen de toda determinación objetiva
de espacio y tiempo, de modo que en último término nos vemos forzados a tomar
por único objeto de la ciencia a nuestro propio conocimiento de aquellas
partículas. La meta de la investigación, por consiguiente, no es ya el
conocimiento de los átomos y de su movimiento ‘en sí’, prescindiendo de la
problemática suscitada por nuestros procesos de experimentación; antes bien,
desde un principio nos hallamos imbricados en la contraposición entre hombre y
Naturaleza, y la ciencia es precisamente una manifestación parcial de dicho
dualismo. Las vulgares divisiones del universo en sujeto y objeto, mundo
interior y mundo exterior, cuerpo y alma, no sirven ya más que para suscitar
equívocos. De modo que en la ciencia el
objeto de la investigación no es la Naturaleza en sí misma, sino la Naturaleza
sometida a la interrogación de los hombres; con lo cual, también en este
dominio, el hombre se encuentra enfrentado a sí mismo.” (p. 20)