Richard Evans
CONVERSACIONES CON JUNG
Madrid, 1968, Guadarrama.
“Si alguien fuera lo suficientemente inteligente para saber lo que ocurre
en la psique de la gente, en sus mentes inconscientes, sería capaz de
profetizar. Por ejemplo, yo podría haber predicho la época nazi en Alemania a
través de la observación de mis pacientes alemanes. Tenían sueños en los que
todo estaba anticipado, y con bastante detalle. Y yo estaba absolutamente
seguro, en los años anteriores a Hitler, antes que Hitler comenzara su mandato.
Puedo decir el año: era el año mil novecientos diecinueve cuando yo estaba
seguro de que algo amenazaba a Alemania, algo muy grande, muy catastrófico. Y
sólo lo sabía a través de la observación del inconsciente.” (p. 89)
“Para Freud, el inconsciente era un producto de la conciencia; simplemente,
contenía los restos de la conciencia; quiero decir que veía en el inconsciente
una especie de almacén donde se amontonaban y se abandonaban todas las cosas
que habían sido descartadas de la conciencia. Sin embargo, para mí el
inconsciente era una matriz, una especie de base de la conciencia, que poseía
una naturaleza creadora y capaz de actos autónomos, de intrusiones autónomas en
la conciencia. En otras palabras: yo consideraba la existencia del inconsciente
como un hecho real, como un factor autónomo que era capaz de ejercer una acción
independiente.” (p. 132)
(Las citas son, obviamente, respuestas de C. G. Jung a Richard Evans)
(Las citas son, obviamente, respuestas de C. G. Jung a Richard Evans)