Dennis Lehane
VIVIR DE NOCHE
Barcelona, 2013, RBA.
VIVIR DE NOCHE
Barcelona, 2013, RBA.
“Otra cosa que a Tim le gustaba mucho repetir era que cuando una casa se desmorona, la primera termita que le dio un bocado es tan culpable como la última. Joe no lo acababa de pillar: la primera termita llevaría muerta mucho tiempo cuando la última clavara sus dientes en la madera, ¿no? Cada vez que Tim formulaba la analogía, Joe tomaba la decisión de averiguar las expectativas de vida de las termitas, pero luego se olvidaba del asunto hasta que Tim volvía a sacarlo a colación, generalmente cuando estaba borracho y la conversación languidecía, consiguiendo que a todos los que compartían la mesa se les pusiera la misma cara: ¿ya estamos otra vez con las putas termitas? ” (p. 51)
“Te echaré de menos. Llevaré luto por ti. Pero ahora he vuelto a nacer. Y soy libre del todo.” (p. 175)
“Los italianos y los cubanos se tratan entre ellos. Pero los cubanos negros odian a los cubanos blancos, y los cubanos blancos miran a los negratas cubanos por encima del hombro, mientras ambos colectivos desprecian a todos los demás. Todos los cubanos odian a los españoles. Los españoles consideran a los cubanos unos mastuerzos que no saben estar en su sitio desde que los estadounidenses los liberaron en 1898. Además, tanto los cubanos como los españoles desprecian a los puertorriqueños, mientras todo el mundo se caga en los dominicanos. Los italianos solo te respetan si te echaron a patadas de Italia. Y a los americanos les suda la polla lo que digan y hagan todos ellos.” (pp. 199-200)
“Te echaré de menos. Llevaré luto por ti. Pero ahora he vuelto a nacer. Y soy libre del todo.” (p. 175)
“Los italianos y los cubanos se tratan entre ellos. Pero los cubanos negros odian a los cubanos blancos, y los cubanos blancos miran a los negratas cubanos por encima del hombro, mientras ambos colectivos desprecian a todos los demás. Todos los cubanos odian a los españoles. Los españoles consideran a los cubanos unos mastuerzos que no saben estar en su sitio desde que los estadounidenses los liberaron en 1898. Además, tanto los cubanos como los españoles desprecian a los puertorriqueños, mientras todo el mundo se caga en los dominicanos. Los italianos solo te respetan si te echaron a patadas de Italia. Y a los americanos les suda la polla lo que digan y hagan todos ellos.” (pp. 199-200)