VIAJE DE EGERIA
El primer relato de una viajera hispana (I)
Madrid, 2024, LA LÍNEA DEL HORIZONTE.
“De manera que teníamos que salir a la cabecera de aquel valle, ya que en ella se encontraban numerosas ermitas de santos varones, y se alzaba una iglesia sobre el lugar mismo de la zarza ardiente; este zarzal sigue floreciendo hoy en día y sigue echando brotes.
Una vez que hubimos bajado de la sacra cima, nos acercamos hasta la zarza a eso de la hora décima. Esta es la zarza a la que antes me referí, desde la cual habló a Moisés el Señor envuelto en fuego, y que se encuentra en una explanada poblada por múltiples ermitas, y una iglesia en la cabecera de aquel valle. Delante de la iglesia se extiende un ameno jardín con agua abundante y excelente, hallándose la zarza dentro de dicho jardincillo. También se puede admirar, justo al lado, el lugar en que se encontraba el santo Moisés cundo el Señor le dijo: «Desata las correas de tu calzado», etc.
(…)
Nos mostraron asimismo el punto exacto donde se fabricó el becerro de oro, señalado hoy en día por un ingente monolito hincado en el suelo. (…) Nos enseñaron asimismo una peña de notables proporciones en el lugar exacto al que descendía el santo Moisés con Jesús, hijo de Navé, roca contra la cual estrelló las tablas que traía, arrebatado por la ira.” (pp. 61-64)
[Egeria fue una noble de la Gallaecia hispanorromana nacida en el siglo IV de nuestra era.]