HISTORIA SECRETA DE UNA NOVELA
Barcelona, 1971, Tusquets.
"En esa época, entre los nueve y diez años, yo era un nacionalista fervoroso, creía que ser peruano era preferible a ser, digamos, ecuatoriano o chileno, todavía no había comprendido que la patria era una casualidad sin importancia en la vida." (p. 14)
"Por ese tiempo empecé a descubrir esta áspera verdad: la materia prima de la literatura no es la felicidad sino la infelicidad humana, y los escritores, como los buitres, se alimentan perfectamente de carroña." (p. 50)
"Que nadie deduzca de esto que la literatura garantiza la felicidad: trato de decir que quien renuncia a su vocación por <<razones prácticas>>, comete la más impráctica idiotez. Además de la ración normal de desdicha que le corresponde en la vida como ser humano, tendrá la suplementaria de la mala conciencia y la duda." (p. 51)
"comprobé otra vez que una cosa es la novela proyectada y otra la novela finalizada. Fue por esta época que descubrí que las novelas se escribían principalmente con obsesiones y no con convicciones, que la contribución de lo irracional era, por lo menos, tan importante como la de lo racional en la hechura de una ficción." (p. 61)
"Que nadie deduzca de esto que la literatura garantiza la felicidad: trato de decir que quien renuncia a su vocación por <<razones prácticas>>, comete la más impráctica idiotez. Además de la ración normal de desdicha que le corresponde en la vida como ser humano, tendrá la suplementaria de la mala conciencia y la duda." (p. 51)
"comprobé otra vez que una cosa es la novela proyectada y otra la novela finalizada. Fue por esta época que descubrí que las novelas se escribían principalmente con obsesiones y no con convicciones, que la contribución de lo irracional era, por lo menos, tan importante como la de lo racional en la hechura de una ficción." (p. 61)