domingo, 13 de noviembre de 2011

M. Vargas Llosa
HISTORIA SECRETA DE UNA NOVELA
Barcelona, 1971, Tusquets.



"En esa época, entre los nueve y diez años, yo era un nacionalista fervoroso, creía que ser peruano era preferible a ser, digamos, ecuatoriano o chileno, todavía no había comprendido que la patria era una casualidad sin importancia en la vida." (p. 14)

"Por ese tiempo empecé a descubrir esta áspera verdad: la materia prima de la literatura no es la felicidad sino la infelicidad humana, y los escritores, como los buitres, se alimentan perfectamente de carroña." (p. 50)

"Que nadie deduzca de esto que la literatura garantiza la felicidad: trato de decir que quien renuncia a su vocación por <<razones prácticas>>, comete la más impráctica idiotez. Además de la ración normal de desdicha que le corresponde en la vida como ser humano, tendrá la suplementaria de la mala conciencia y la duda." (p. 51)

"comprobé otra vez que una cosa es la novela proyectada y otra la novela finalizada. Fue por esta época que descubrí que las novelas se escribían principalmente con obsesiones y no con convicciones, que la contribución de lo irracional era, por lo menos, tan importante como la de lo racional en la hechura de una ficción." (p. 61)