jueves, 5 de diciembre de 2019

Élmer Mendoza
ASESINATO EN EL PARQUE SINALOA
Barcelona, 2018, Penguin Random House.



“Se bebió medio litro, se bañó y se recostó, padecía un ligero mareo, un largo trago de whisky lo restableció. Dejar de beber es una decisión de titanes y no lo soy, así que bórrenme de esa pinche lista, voy a recuperar mi ritmo y ahí me quedaré por el resto de mis días, lo demás es hoguera de vanidades. No estoy de acuerdo, protestó el cuerpo. El hígado sigue inflamado y la única neurona que tenías está a punto del colapso. Ah, tú que sabes, pinche cuerpo, si lo único que te interesa es estar con mujeres hermosas. ¿Yo qué sé?, pendejo, te voy a demostrar cuánto sé. Mendieta sintió retortijones e inesperadas ganas de evacuar, en cuanto se bajó los pantalones soltó una abundante diarrea maloliente, apenas respiró y empezó con las arcadas, se hincó y vomitó todo en el retrete. ¿Quieres saber qué más sé, Zurdo Mendieta? Por favor, detente, está bien, haré mi mejor esfuerzo para dejar la bebida. Se oye lindo, y más viniendo de un cabrón como tú que en el fondo es un débil mental, y ahora báñate que hueles a rata destripada. Algo repuesto se recostó y buscó en la tele, salvo el video de AC/DC, «Highway to Hell», nada fue de su gusto y decidió dar un paseo por el Parque Sinaloa. Eran las seis y cuarto.” (pp. 63-64)