jueves, 5 de diciembre de 2019

Richard Wiseman
59 SEGUNDOS. PIENSA UN POCO, CAMBIA MUCHO (II)
Barcelona, 2010, RBA.



“Pero ¿es realmente útil la grafología o se trata de otro mito? El investigador Geoffrey Dean ha dedicado gran parte de su tiempo a analizar el tema, reuniendo cientos de estudios científicos sobre grafología y empleándolos para examinar las afirmaciones de los defensores de este antiguo arte. Los resultados son escalofriantes.
   En un análisis, Dean recopiló los descubrimientos de 16 artículos académicos que estudiaban la grafología en el trabajo. Comparó las predicciones de los grafólogos sobre el rendimiento de los empleados con las puntuaciones de los supervisores de dichos empleados durante el período de formación. Los resultados revelaron que había poca relación entre las predicciones de los grafólogos y el éxito laboral. De hecho, los grafólogos eran tan precisos como un grupo de control de profanos que no tenía ninguna experiencia en grafología.
   En otro análisis, Dean examinó estudios en los que los investigadores habían comparado los intentos de los grafólogos por determinar el carácter de una persona con las puntuaciones de esa persona en tests de personalidad con validez científica. Dean recogió los artículos publicados (53 esta vez) y analizó los resultados. No sólo era escasa la precisión de los grafólogos, sino que obtenían la misma puntuación que los grupos de control con personas sin formación ni conocimientos para la evaluación de la personalidad a través de la escritura.
(…)
Al contrario de lo que afirman sus defensores, las investigaciones indican que no ofrece información precisa y fiable sobre la personalidad, y que no debe considerarse una forma útil de predecir el futuro rendimiento laboral de una persona.” (pp. 303-304)